Mis odiosas hijastras (4)
Fecha: 29/09/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
—¿Vos tenés todavía el celu cargado Sami? —preguntó Valentina, recostada en el sofá. Su silueta estaba sumergida en la semipenumbra, y si bien ahora no podía ver su rostro con claridad, sí se notaban las líneas que le daban forma a ese voluptuoso cuerpo. Líneas curvadas y vertiginosas.
—Sí, todavía tengo bastante —respondió Sami, que aún estaba a mi lado.
Yo la agarraba de la cintura, con la naturalidad con la que un padre abraza a su hija, aunque hacía algunos minutos me había aventurado a manosear a la hermosa rubiecita, algo que solo haría un padre depravado. Pero la cosa había sido tan sutil, que aún no me quedaba claro si ella se había percatado de mis lascivas intenciones.
Yo me había quedado sin batería en el celular, por lo que se apagó. De todas formas, además de haberse cortado la luz, tampoco estaba funcionando la conexión a internet, por lo que todos estábamos incomunicados. Igual estaba tranquilo, porque nos encontrábamos a salvo, y si bien la violenta tormenta de a ratos parecía a punto de romper las ventanas, hasta el momento no parecía que corriéramos ningún riesgo real. Valentina estaba a punto de seguirme los pasos. Su celular apenas tenía carga, y ella no se lo estaba tomando con la tranquilidad con la que yo lo hacía.
Rita se había sumado a la reunión, acurrucándose a los pies de Valentina.
—Bueno, hagamos algo copado para pasar el rato, que esto parece un velorio —dijo la más tetona de mis hijastras.
—No somos tus payasos, ni tenemos ...
... la obligación de entretenerte —respondió Agos, mordaz.
De repente parecía que la tregua que reinaba entre ellas en el último momento había llegado a su fin. Estar en el medio de dos mujeres que no se llevaban bien podría ser algo estresante. En una situación normal hubiera desaparecido de donde estaba, pero todavía me quedaba ese gran misterio por resolver: ¿Quién me había manoseado la pija en la oscuridad? Además, Sami estaba conmigo… Qué más daba, pensé para mí. Si querían comenzar una lucha en el lodo, mejor.
—La única que ve a los demás como pobres criaturas inferiores sos vos —retrucó la despampanante Valentina, quien de alguna extraña manera se estaba haciendo eco de algo que yo también pensaba—. En ningún momento dije que ustedes deberían entretenerme a mí, princesita. Solo sugerí que hiciéramos algo para pasar el rato.
—Ay, no empiecen a discutir —pidió Sami, y apretó mi mano como si me estuviera pidiendo que intervenga. Sólo por eso lo hice. Sami se estaba convirtiendo en mi debilidad. Una dulce debilidad.
—Tratemos de no hacer conflicto por cualquier cosa —dije. Noté que las tres prestaban atención a mis palabras, cosa que me gustó. Era como una pequeña muestra de sumisión. El macho alfa dando indicaciones a las jóvenes féminas de la casa. Así que proseguí—: Es muy probable que tengamos que estar así durante algunas horas. Seguro esta tormenta afectó muchas antenas y rompió muchos cables. Así que tratemos de pasar este rato lo mejor que podamos —. Luego ...