Mis odiosas hijastras (4)
Fecha: 29/09/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... con esas cualidades en la vida real. La chica vestía un uniforme cuya falda era muy corta. No pude evitar rememorar el día en el que conocí a mi vulgar hijastra. Ella usaba una pollera tableada igual de corta. Si se la levantaba apenas unos centímetros más, se le vería el trasero. En el video se mostraba a la chica de espaldas, como si una cámara la enfocara desde atrás, pero, además, desde una posición muy baja, casi como si estuviera en el suelo. Se veía una bombacha color blanca con pintitas rosas, cuya tela se metía en la zanja que separaba sus carnosos glúteos. Me pregunté si se trataba del mismo tipo de películas que me estaba imaginando que era, y si mis hijastras sabían de qué iba la cosa.
Las miré, una por una. Valentina tenía una sonrisa pícara. Pensé que ella sí se había dado cuenta de que no se trataba de un animé común y corriente, pero por lo visto no pensaba decirle nada a sus hermanas, ni a mí. Sami observaba con suma atención, con sus enormes ojos azules bien abiertos. En ese momento, viendo solo su singular rostro, parecía una niña. Agos miraba sin mucho interés, aunque tampoco despegaba la mirada de la pantalla.
El personaje femenino del video empezó a sollozar. Decía que no podía desaprobar la materia, que su padre no se lo perdonaría. Le rogó al profesor que le diera otra oportunidad. Las lágrimas empapaban sus mejillas, y tenía las manos unidas, como si estuviera rezando. Se dibujó una sonrisa perversa en el tipo, que vestía un traje y lucía un ...
... anteojo cuyos cristales brillaron como dos soles cuando escuchó a la chica suplicar. A esas alturas ya estaba claro cuál sería el desenlace del filme. Me pregunté si no sería oportuno decirles a las chicas a qué debían atenerse, pero por otro lado me daba mucho morbo ver eso junto con ellas.
No tuve que esperar mucho para que sucediera lo que esperaba que ocurriera. La escena saltó a otra, en donde las rodillas de la colegiala tocaban el piso. El profesor, cuyo ombligo estaba a la altura de la cabeza de su alumna, se bajó el cierre del pantalón y liberó una verga ridículamente gorda considerando la contextura física del personaje, mientras mostraba sus dientes en una retorcida sonrisa de victoria y satisfacción.
Valentina soltó una carcajada.
—Sami ¿Qué es esto? —preguntó Agos, sorprendida, aunque no indignada.
—Ya me parecía raro, esto no es lo que quería bajar —dijo la más pequeña de las hermanas.
La miré de reojo. No parecía decepcionada del contenido del video, más bien al contrario. Se mordió el labio inferior y no quitó la vista de la pantalla. Aprovechando la posible excitación que supuse que sentía en ese momento, aproveché para rozar sutilmente su brazo. No era la parte más sensual de una mujer, pero lo que pretendía era hacer contacto con su piel. La escuché suspirar profundamente, por lo que supuse que el contacto que había hecho con ella mientras veía la pornográfica escena, no había pasado desapercibida.
Mientras ellas deliberaban, el profesor ...