1. Mis odiosas hijastras (4)


    Fecha: 29/09/2023, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... metía su verga en la boca de la chica, la cual empezaba a segregar abundante saliva que caía al piso. ¿Con esto voy a aprobar? Dijo la chica del video, cuando el docente le dio un respiro. Valentina soltó otra risotada. El profesor le prometió que aprobaría con las mejores calificaciones, y le metió la verga de nuevo. La colegiala abrió bien grande los ojos y su rostro empezó a tornarse rojo cuando el miembro viril del docente pareció llegar a su garganta.
    
    —Bueno, basta —dijo Agos.
    
    Pero cuando estuvo a punto de poner su mano en el celular, Valentina la detuvo.
    
    —No, esperá, está divertido —dijo esta última.
    
    Yo sospechaba que lo que la instaba a querer continuar viendo la escena no era solo el morbo, sino que le gustaba llevarle la contraria a su hermana y ponerla incómoda.
    
    —No seas tonta. ¿No ves que es desubicado verlo delante de él? —dijo la mayor de las hermanas, refiriéndose a mí. No se me escapó el hecho de que no parecía escandalizarla el video en sí mismo, sino el hecho de estar viéndolo frente a su padrastro. Ahora en el video el profesor se había dignado a liberar a la chica de su verga.
    
    Esta tosía y escupía en el piso, y le pedía que por favor se detuviera.
    
    —Pero si Adrián ya está grandecito —respondió Valentina—. ¿Cierto que te gustan estos videos Adri? —dijo después. Creo que era la primera vez que me llamaba Adri—. Un veterano abusando de una colegiala… —agregó al final, sin terminar la frase.
    
    —¡Valu, no te pases! —dijo Agos.
    
    La ...
    ... clara alusión al encuentro que habíamos tenido hacía poco más de un año terminó por disipar una duda que tenía desde entonces. En efecto, Valentina parecía recordar la vez que la abordé cuando apenas contaba con dieciocho años. Pero no parecía haber rencor en sus palabras, sino que lo hacía solo para incomodarme, como era su costumbre. Muchas veces me pregunté cómo se vería aquel momento desde la perspectiva de ella. Siempre di por sentado que para la sensual adolescente no había sido más que otro viejo verde que anhelaba llevársela a la cama. Pero si ella me recordaba, quizás, solo quizás, no había dejado una imagen tan negativa como había pensado. Sabía que había chicas extremadamente jóvenes que se sentían atraídas por hombres maduros. De hecho, era una realidad que al menos una de ellas tenía esos gustos.
    
    —¿Qué? No estoy diciendo que disfrute de abusar de colegialas —aclaró después, clavándome una intensa mirada—. Es solo ficción. Eso todos lo sabemos.
    
    —De todas formas, no me gustan mucho los dibujos animados. Me parece raro la pornografía en ellos —dije yo, mintiendo, ya que me estaba poniendo al palo de nuevo debido al video.
    
    Me pareció lo más oportuno actuar con naturalidad. Después de todo, todos los que nos encontrábamos ahí ya estábamos grandecitos. Incluso Sami apenas había cumplido la mayoría de edad, ya estaba lo suficientemente crecidita como para no espantarse por ese tipo de videos, cosa que de hecho me lo demostró con la fascinación que reflejaba ...
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