1. Manos mágicas


    Fecha: 10/10/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... centímetro de mis labios y clítoris antes de clavarse duramente dentro de mí. Pero lo que más me calentaba eran sus preguntas mientras me follaba.
    
    -¿Se lo vas a contar a tu marido?
    
    -Sí
    
    -¿Lo va endurecer?
    
    -Mucho
    
    -Cuéntale lo que te hice mientras lo masturbas o lo follas.
    
    Sus preguntas me ponían y mucho, nunca imaginé estar follando con alguien que no fuera mi pareja y mucho menos que en el encuentro me calentara la posibilidad de contárselo, pero así era imaginar que le contaba a Kaleb tenían un efecto muy estimulante.
    
    Me llevó al cielo por segunda vez y por segunda vez tuve que ahogar mis gritos de placer solo que esta vez con el puño de mi mano.
    
    —Quiero beberte.
    
    Salió de mí y se puso de rodillas sentí sus mejillas acariciar mis muslos, su lengua juguetona, lamer la parte interna de mis piernas y luego la gloria…
    
    Su bendita lengua experta dando placer a mi sexo, ritmos perfectos, succiones precisas, mordiscos adecuados, movimientos circulares sobre mi hinchado botón de placer hasta hacerme estallar de nuevo.
    
    Entró en mí ahora buscando su placer, ahora sus movimientos eran más rápidos, más bruscos, más fuertes entraba y salía buscando su satisfacción y yo lo ayudé, mi mano tomó la base de su tronco y lo acariciaba tal como hago con mi ...
    ... esposo. Sé que así lo vuelvo loco y también con Lucas funcionó, vi la lujuria en sus ojos, vi la cara de placer que asomaba por sus ojos, vi su cara de éxtasis. No me importo no traer condón, no le pedí que saliera de mí para vaciarse sin embargo así lo hizo; cuando estaba a punto salió y puso su verga cerca de mi cara con la intención de bañar mi rostro de leche, metí su verga en mi boca y probé mi sabor en su falo, también probé su sabor que comenzaba a salir de la punta de su falo. Llegó hasta mi garganta y enloqueció. Se puso más duro y firme lo que ocasionó que mi vagina se volviera a humedecer y mis labios se volvieran palpitar de placer.
    
    Lo saqué de mi boca y dejé que sus chorros calientes cayeran en mi rostro. Me lleno toda, mi boca, mi frente mis ojos, mi cabello, hasta mis tetas alcanzaron.
    
    Después volvió a tomar mi cabeza y llevó su verga aún dura a mi boca, limpié los restos de semen con mi lengua, comí hasta la última gota que aún escapaba de su cabeza, la tuve en mi boca hasta que estaba de nuevo flácida.
    
    Me desconocía, con mi marido terminó uno y ya no quiero más y aquí ahora con Lucas quiero más y más.
    
    Uso una de las toallas para limpiarnos los restos de nuestros cuerpos.
    
    Luego me subió a la mesa y dijo:
    
    —Todavía falta tu masaje relajante… 
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