1. El templo del morbo


    Fecha: 09/12/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... la mano. Le fue imposible. Le miró con media sonrisa:
    
    -¿Qué? ¿te vas a atrever con esta polla? -Preguntaba con orgullo machista el barman.
    
    -Por supuesto que puedo. -Contestó la mujer sin dudar.
    
    Agarró la polla con las dos manos, calculó que debía medir más de 20 centímetros. Tiró de la piel y liberó el glande. Escupió sobre él y comenzó a lamerlo con la lengua. Abrió la boca todo lo que pudo y apenas logró meterse el capullo. Sentía que le ocupaba toda la cavidad bucal. Mordió el tronco de lado hasta llegar a los huevos. Después comenzó a pajearle muy rápido:
    
    -Métemela, cabrón.-Decía Ana de manera provocativa mirándolo a los ojos.
    
    -Qué puta eres joder, con esa cara de niña pija que tienes
    
    La médica echó su cuerpo hacia atrás, en el sofá, y se apoyó sobre sus codos. Abrió las piernas ofreciendo a Kiko una espectacular visión de su coño rasurado y abierto. Caliente. Comenzó a acariciarse y lubricarse la entrada ante la invasión de aquel monstruoso ariete erecto. El barman se arrodilló y rozó el glande sobre la raja de Ana. Se lubricó la polla con los flujos que manaban del coño y comenzó a penetrar a su clienta lentamente. Ella echó la cabeza hacia atrás y suspiró sintiendo como sus labios vaginales deban de sí para dar cabida a la tremenda polla del amigo de Hans.
    
    Ana arqueó la espalda cuando Kiko le clavó toda la polla en el coño. Un grito desgarrador de la mujer fue el anuncio del primer puntazo:
    
    -Diooos, joder, que polla tienes cabrón. Me vas a ...
    ... romper.
    
    -¿Eso es lo que quieres, putita? ¿Quieres que te parta el coño a pollazos?
    
    -Sí, cabrón. Dame fuerte hijo de puta.
    
    Kiko comenzó a follarse a Ana sin compasión. A golpe de cadera impulsaba su polla hasta el fondo de la vagina. Su glande llegaba a la cerviz. La mujer nunca había sentido una polla tan profunda. Se retorcía entre gemidos y gritos. Kiko le levantó las piernas y las colocó en sus hombros. Comenzó una penetración más rápida. Él bufaba con la respiración entrecortada. Ella gritaba como una gata en celo sintiendo como aquel tipo le echaba el polvo más bestia de su vida. El hecho de hacerlo delante de dos tíos aumentaba el morbo.
    
    -Aaggg. Sí. Dioooss. Joder. Dame fuerte cabrón. Reviéntame el coño joder.
    
    -Joder, como me gusta follarme a una pija viciosa. Toma polla hija de puta.
    
    Ana llevó una mano hasta su coño y comenzó a hacerse una paja con los ojos en blanco mientras Kiko aceleraba el ritmo de la follada. Ella anunció que se iba a correr:
    
    -Me corro, me corro, cabrón.
    
    El dueño del bar comenzó a tensarse:
    
    -¿Quieres leche, zorra?
    
    -Sí cabrón. Relléname de leche, hijo de puta.
    
    Kiko gritó como un animal y le clavó la polla muy dentro mientras descargaba abundantes chorros de lefa en el interior de aquella joven desconocida. Ana sintió una descarga eléctrica que, desde su cerebro, descendió por su columna hasta su coño y alcanzó un tremendo orgasmo sintiendo la leche caliente de aquel maduro desconocido. La polla del tipo seguía ...
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