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El templo del morbo
Fecha: 09/12/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos
... percutiendo contra su vagina cuando inesperadamente sintió que tenía otro orgasmo: -Cabrón, no le des tan fuerte que la vas a dejar muy abierta. -Tony hacía comentarios sobre el tamaño de la polla de su amigo. Cuando Ana pensó que todo había terminado, Kiko dio un último puntazo muy fuerte provocándole un nuevo escalofrío que terminó en otro orgasmo. La chica quedó totalmente desmadejada sobre el sofá. Sus piernas le temblaban y no tenía fuerzas para moverse. La mezcla de semen y flujo vaginal salía descontrolada de su coño como de un volcán en erupción: Aves de paso Como pañuelos cura fracasos A Justine, a Marylin, a Jimena A la MataHari, a la Magdalena A Fátima y a Salomé A los ojos verdes como aceitunas Que robaban la luz de la luna de miel De un cuarto de hotel, dulce hotel A las flores de un día Kiko estaba tumbado en el suelo, con la polla aun palpitando después de haber escupido la leche caliente de sus huevos. Sabina seguía poniendo música a aquel ambiente canalla que Ana estaba viviendo dentro de aquel Templo del Morbo. La chica no supo calcular cuánto tiempo estuvo relajada sobre el sofá cuando se levantó para ir al baño. De nuevo se paseó desnuda ante la mirada de los tres maduros, a estas alturas también sin nada de ropas, camino de los servicios. A la vuelta se sentó en el banco alto donde se había sentado Hans al llegar. Tras la barra Kiko la miraba a los ojos. Ella le pidió un vaso de agua. Tenía la boca seca. Junto a ...
... ella, Tony aspiraba un par de rayas de coca para seguir la fiesta. Ella declinó la invitación y fue el barman quien aprovechó el regalo. A Ana le resultó curioso que su amigo Hans apenas hubiese intervenido en aquella orgía. Solamente al principio de la noche se la había chupado pero desde entonces se había dedicado a ejercer de voyeur. Aún así, la chica no le dijo nada. Suponía que le tendría preparada alguna sorpresa final. Una nueva ronda de gin tónics sirvió para que Ana recuperase fuerzas antes de que Tony, el tipo cuyo aspecto de canalla hacía que su libido se disparase aún más volviese a la carga. Se acercó a la médica por detrás y acarició sus nalgas. Ella las echó hacia atrás haciendo que saliesen un poco del banco alto en el que estaba sentada. El hombre acarició las nalgas redondas de Ana que, sin poder evitarlo, comenzó a sentir como su coño se volvía a lubricar con el flujo vaginal. Inclinándose sobre la barra permitió a Tony colocar su polla en la entrada de su vagina. Sin preliminares, el hombre se la clavó de golpe hasta el fondo del coño: -Aayy, cabrón - Se quejó la mujer. -¿No quieres que te la meta? Susurró con su voz grave Tony al oído de Ana. -Hasta el fondo, hijo de puta. -Contestó ella girando la cabeza. Ese fue la señal para que otro de los amigos de Hans se la follara aquella noche. Contra la barra del bar de Kiko, Tony se agarró a las caderas de Ana y comenzó a bombear sin descanso hasta que con un grito se corrió dentro de la mujer. ...