1. Seduciendo a la vecina, una gran puta (Parte 1)


    Fecha: 12/12/2023, Categorías: Infidelidad Autor: loboferoz, Fuente: CuentoRelatos

    ... podido ser una mujer completa y feliz…
    
    -No!... y eso fue lo mas frustrante, ese par de salidas solo fue a tomar algo en su apartamento, pero… cuando ya todo estaba casi dispuesto, al “señor” sintió sentimiento de culpas y… nada de nada, con la indignación y vergüenza de estar ya con los pechos fuera y tener que regresar con la mayor frustración y dolor de sentir el casi desprecio de mujer. Un solo intento y… la nada misma.
    
    Me levanté y coloqué a su espalda para no pode ver el rostro apenado, con las manos sobre los hombros, comencé un tímido masaje… El silencio respetuoso permitía casi escuchar su latidos y asomarse alguna lágrima, entonces me coloco frente a ella, con las palmas acariciando sus mejillas y los pulgares borro esas lágrimas que asomaban, en sus ojos. Las miradas eran su contención y complicidad. Con la mano en su mentón hice mostrar el rostro renovado de una mujer que se había liberado de ese primer intento y fracaso total.
    
    -No, te dejes caer, no todos los hombres son así.
    
    -Tu no serías como él.
    
    -Sin duda que no, sobre todo imaginando como estabas dispuesta y ofreciendo ese… bueno todo esta maravilla que intentas disimular con las ropas holgadas. Pero en un par de ocasiones te he visto con la ropa ajustada de gym, y… guauuu!! Esas dos bellezas… tan grandes e imponentes lo debieron asustado al “señor”.
    
    -Ja!! Son tan… así? A ti te agradan?
    
    -Es broma? Que si me agradan?, desde que te vi así no pude evitar pensar en otra cosa que envidiar a tu ...
    ... marido ser dueño de tan… ta belleza junta.
    
    -Ni las nota, te imaginas haciendo el amor… solo sexo y disfrute de él, en silencio y con la luz apagada…
    
    -Cuánto desperdicio de placer, es imperdonable. –Asiente, sonríe.
    
    Era mi turno de jugar, masajear sus hombros para que el deseo no fuera obstáculo en el diálogo, le aseguré que si tuviera la oportunidad de tener una mujer de sus quilates no habría egoísmo, sino generosidad, el amor o lo que fuera, consensuado, un disfrute de a dos y por los dos. Se deja estar en mis manos, echa la cabeza hacia atrás, me acerco tanto que casi estamos a un nada de besarnos. No es tiempo, dejar que crecer el deseo estimula sus fantasías y acrecienta el placer.
    
    Sin darnos cuenta la tarde ha dejado su lugar a la incipiente noche, propongo pedir una pizza y compartirla, para hacerle más corta su incómoda soledad. Compartimos la cena como dos amigos de toda la vida, cordialidad y el buen humor, la charla se hizo más amena e intimista extendió hasta bien tarde.
    
    Quedé en llevarla al hospital a ver a su esposo, esperarla fuera fue la prueba de complicidad, al regreso pasar delante del hotel donde dijo haberme visto salir para crear su fantasía de saber cómo es ese lugar que nunca conoció. – Solo conozco “esos lugares” por comentarios calientes de mis amigas.
    
    -Y algo de curiosidad…?
    
    -Para qué negarlo, si!
    
    -Mucha?
    
    -Digamos que… sí. – mirada pícara y cómplice
    
    -Cuando quieras conocerlo, me ofrezco como guía. – sonrisas
    
    Los días ...
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