Como la coge rico
Fecha: 17/12/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
... apuntó, mirándome. Y, acercándose a mi oído, en voz baja, me preguntó ¿te molesta si estoy un rato con él? No, contesté moviendo mi cabeza de lado a lado. Wilson estaba atento y cuando nuestras miradas se cruzaron, le guiñe el ojo. Ella, entonces, tomó la iniciativa y pregunto ¿tienes algo que hacer? No, respondió, como les había dicho antes, no tengo nada programado. ¿Te gustaría que estuviéramos juntos un ratico? ¡Cómo no! Respondió él. ¿Conoces algún lugar por aquí donde podamos estar? Si, dijo, pero nos toca caminar unas cuadras.
Emprendimos el camino. De seguro había más gente en el mismo plan, porque todo el trayecto estuvimos acompañados por varias parejas que, al parecer, iban en la misma dirección que nosotros. Mi esposa y su parejo, de gancho, al parecer estaban conversando animadamente. Yo, detrás de ellos, solo podía ver cómo aquel atrevido le acariciaba con descaro los pompis a mu mujer, sin recato alguno y a la vista de todos. Ella, inmutable, parecía no darle importancia. Y, ciertamente, cuando llegamos al lugar, vi mucha congestión. Va a estar difícil la cosa, comenté. Tranquilo, yo conozco a la dueña, apuntó él. Déjeme ver qué consigo. Y se adentró dentro del edificio.
Está muy agitado esto, le comenté a mi esposa. Si se complica, pues nos vamos a un hotel y pagamos la noche. ¡Qué más! Esperemos, dijo ella. Al poco rato, asomado en la puerta de la edificación, el hombre nos hizo señas para que nos acercáramos. Patrón, me dijo en voz baja, solo estaba ...
... disponible la suite. ¿Algún problema? No, para nada, contesté. Bueno, le dijo a mi mujer, ¿subimos? Vamos, respondió ella. Y empezamos a subir las escaleras, acompañados por otras parejas que, conforme íbamos ascendiendo, se distribuían en los diferentes pisos.
Cuando llegamos a la habitación, él se dirigió hacia el baño diciendo, denme unos segundos y me alisto. Nosotros nos quedamos afuera, esperando. Mi mujer acomodó su bolso en una silla y se quitó la chaqueta. Yo, encendí el televisor, dejándolo sin sonido, solo con las imágenes de una película porno que estaban exhibiendo en los canales de sexo que normalmente tiene ahí. Y seleccioné música suave en una de las emisoras que sintonicé en el equipo de sonido, preparando el escenario. Momentos después la puerta del baño se abrió y Wilson salió desnudo. ¿Qué pasó? Preguntó. Pensé que ambos teníamos ganas. Sí, dijo mi mujer, pero vamos despacio… Bueno, dijo él, yo espero. Y se sentó en un sillón.
Mi mujer se fue para donde él estaba. Se puso de rodillas frente a él y dirigió su boca directamente a su pene, que ya estaba tieso y erguido. Y, como muchas veces lo había visto, empezó a chupar ese miembro con esmero, como si su sabor le deleitara. Sus manos, por otra parte, no dejaban de masajear el tronco de aquella deliciosa verga. Hace rato que quería hacer esto ¿verdad? Pregunto él, pero no tuvo respuesta porque ella estaba engullendo su pene hasta lo profundo de la garganta y se excitaba con el tamaño y dureza que le ...