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Soy la mujer de mi inquilino cuando mi esposo va a trabajar
Fecha: 09/01/2024, Categorías: Infidelidad Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
... qué?, acaso tu maridito no te come tu coñito. - No, eso es sucio, mi marido no me hace esas cosas, aghhh, pare, no está bien- respondí. - Que idiota es tu marido, desperdiciar un manjar como éste, tu coñito es tan dulce, pobrecita, pero no te preocupes nena, ahora vas a saber lo que es una buena chupada de macho. Me tomó fuerte de las caderas y con ahínco se puso a comer mi coñito, escuchaba los sonidos que hacía lamiendo y succionando mis flujos vaginales, me sentía incómoda en cierta forma, pero pronto me olvidé de mis prejuicios, abrí más las piernas y me puse a disfrutar, todo mi cuerpo se retorcía, mis piernas temblaban, su lengua se deslizó dentro de mi estrecho y ardiente canal, estiraba mis labios vaginales, creí que explotaba, morir de placer, jamás pensé que el sexo oral fuera tan delicioso. De pronto paró y se quitó toda su ropa, su cuerpo estaba muy bien conservado para un hombre de su edad y saltó su imponente verga, amenazante, ahora la presa era yo, me hizo agachar, su verga frente a mi cara, la veía más enorme, gruesa y cabezona, acercó la rojiza cabeza a mi boca y me pidió mamárselo, sentía su verga en mis labios, presionándolos, impregnando mis labios con líquido preseminal. - Vamos nena, abre la boquita, chupa. La verdad me daba un poco de asco, quise derribar mis prejuicios y empecé a darle lengüetazos en la punta, sentí un sabor fuerte, ligeramente salado, pero no me causaba náuseas, así que me animé a lamerla suave, empujó suave la ...
... cabeza, no me quedó de otra que abrir la boca, solamente me entraba la punta de su verga, por lo que me dediqué a chupar y lamer la cabeza. - Ja, ja, preciosa, así, parece que tampoco se lo mamas a tu maridito, ven te enseño, que suertudo soy, me tocará también enseñarte a mamar una verga. - Ven abre bien la boquita. Me tomó de la cabeza y fue guiando mis movimientos, me hizo abrir la boca al máximo, mis labios alrededor de su cabeza y fue avanzando hacia adelante, su verga se iba colando, la sentí recorrer mi lengua, mi paladar y hundirse en mi garganta, saliva resbalaba por el tronco. - Así nena, aprendes muy rápido, sólo cuida tus dientes, ay que rico, me vas a hacer acabar. Seguí sus instrucciones, la metía hasta donde me llegaba dentro de la boca, la apretaba con los labios cuidando de no rozarlo con mis dientes y succionando fuerte, mientras lo mamaba, volteé a verlo a la cara, me encantó ver sus muecas de placer, sin duda lo estaba haciendo bien, saqué su verga de mi boca para tomar un poco de aire y un hilo de saliva mezclado con precum quedó colgando de mi lengua hasta su verga, eso me prendió y abriendo bien mi boca empecé a mamársela como si se me fuera la vida en ello, apretaba el tronco y acariciaba también sus huevos. - Ay cabrona, basta, basta, saliste más putita de lo que pensé, me has mamado la verga como una profesional y casi me sacas la leche y no quiero acabar, antes quiero hacerte mía. Me levantó y me dijo: - Ven, vamos a tu recámara, ...