Eva y el vagabundo
Fecha: 10/01/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Usuario720, Fuente: CuentoRelatos
... sus más puercos instintos con ella, sino que también la había robado.
Eva descansó el resto del día. Tomó una larga ducha, limpio su habitación y esperó la llegada de su amiga.
Tuvo que inventar una ridícula historia de cómo había conocido un guapo y musculoso joven con el que se había enrollado, ya que tenía un chupetón en el cuello que era imposible de ocultar. Al menos no había mentido cuando le dijo a su emocionada amiga que había sido la mejor culeada que le habían dado en su vida.
Habían pasado las semanas, la rutina había vuelto, Eva volvía hacía su apartamento después de una agotadora mañana en la escuela. Vestía un pantalón de vestir color café claro el cual se le pegaba a las torneadas piernas y parada cola, además de una blusa de botones, donde dejaba ver un breve escote, como siempre sobre zapatos de tacón de aguja.
Al entrar a su edificio, revisó el buzón de su departamento para retirar los recibos que pudieran haber llegado, casi sufrió un infarto al abrirlo.
Dentro arriba de varios sobres, se encontraba su cartera, aquella que el viejo había tomado.
¿Pero cómo era posible? ¡claro! ¡sus identificaciones! El viejo la había rastreado hasta su casa.
Abrió la cartera encontrando, que sus identificaciones y se encontraban todas ahí, nada de efectivo obviamente.
Sin embargo, notó un papel que sobresalida del compartimento de los billetes. Lo tomo desdoblándolo observó que era una nota.
“Este viernes, 8 pm, estarás solita, lo sé, te quiero ...
... lista para tu macho”
Eva sintió un mareo que hizo que tuviera que apoyarse en la pared respirando agitadamente, precisamente los viernes eran los días que su amiga doblaba turno, quedándose ella sola en el departamento. ¡El viejo lo sabía!
Aquellas semanas que habían transcurrido probablemente el mendigo las había utilizado para espiarlas, aprendiendo sus rutinas, esperando el momento oportuno.
Eva sentía su corazón palpitar tan fuerte que creía que se le saldría por la garganta, sin embargo, de manera sincrónica y cada vez de mayor intensidad, sentía una segunda serie de latidos, proveniente de su vagina y ano…
El anciano viejo caminaba por la calle iluminada por farolas había estado durmiendo las últimas semanas en un parque cercano, se puso en camino cuando en el reloj de la plaza que faltaban 15 minutos para las 8 pm.
Daba gracias que aquel no fuera uno de esos edificios con guardias o intercomunicadores, por lo que con ligereza entró para dirigirse al departamento 6B.
No tenía reloj, pero estaba seguro de que daban las 8 en punto cuando llamó a la puerta.
Tras unos segundos se abrió lentamente. El viejo sonrió.
-Hola putita, espero no hayas olvidado a tu macho. -dijo el apestoso anciano, deleitándose ante la visión que tenía.
Eva se encontraba frente a él, su rubia melena se la había peinado en dos coletas, haciéndola ver como colegiala, su ropa consistía solo en una diminuta tanga rosa con un brasier de encaje a juego, calzaba unos altos tacones ...