1. La mamá de Joaquín, Cap 3


    Fecha: 05/02/2024, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... Me puse triste cuando me di cuenta que hice mal en preguntar por tu papá.
    
    —No hiciste mal. —le dije. Agarré su mano. La misma que había usado hace unos minutos conmigo.
    
    Cuando terminamos de comer fuimos a la plaza de Morón a pasear por la feria, como habíamos planeado. Agustina se abrazaba a mí, y yo la besaba a cada rato, ya hasta me animaba a acariciarle la cola. Parecíamos novios. Ganas de serlo no me faltaban. Era linda, inteligente, copada… Pero no podía dejar de pensar en lo que hizo en el cine. Era nuestra primera salida. El hecho de que vaya tan rápido me hacía dudar.
    
    Me preguntaba si le hubiese gustado que le lleve a un hotel alojamiento para hacer el amor. No insinuó nada al respecto. Pero de todas formas, ya no tenía guita encima. Con el cine y la comida me había quedado sólo con unas monedas. Y eso que ella pagó su parte. Menos mal.
    
    –Ya tengo que volver. Es muy tarde. — me dijo.
    
    Viajamos en silencio a catán. Pero no fue un silencio incómodo. Era el silencio que se impone cuando ya no hay mucho por decir. Insistí para acompañarla hasta su casa, pero no quizo. Nos despedimos en la esquina de la plaza, con un abrazo.
    
    En ese momento tuve la sensación de que esa chica rompería mi corazón.
    
    Andrea
    
    El hecho de ver a Joaco tan contento (aunque disimulándolo un poco) me cambió el humor.
    
    Venía de días oscuros y confusos, así que ver a mi hijo yendo a su primera cita me dio el respiro que necesitaba. Joaco ya cumplió lo dieciocho hace un par de ...
    ... meses. En poco tiempo terminará la escuela, y tendrá que enfrentarse al mundo de los adultos. Pero en muchos aspectos parece todavía un niño.
    
    Siempre le costó relacionarse con los demás chicos, sobre todo con las chicas. Y ahora que estaba en un lugar al que apenas comenzaba a adaptarse, pensé que le sería mucho más difícil. Por suerte me equivoqué.
    
    Cuando me quedé sola en casa, durante algunas horas me acompañó ese sentimiento optimista. Pero pronto todos los recuerdos de los sucesos recientes me vinieron a la cabeza. Me puse a limpiar la casa, para ahuyentar esos pensamientos. Pero me fue imposible.
    
    ¿En qué carajos estaba pensando? Era evidente que el hecho de haber tenido tres sucesos sexuales en un lapso de tiempo tan corto, no era casualidad. Mi cuerpo se ponía en evidencia. Mis gestos, mis miradas, y la propia fisionomía de mi cuerpo, le decía a los hombres que podían avanzar sobre mí.
    
    Primero aquel desagradable encuentro con el Dr. Ceballes. Luego el beso del abogado del estudio Goldberg. No me podía engañar a mí misma. Cada uno de esos hechos sucedió, en parte, porque yo quise que sucedieran. La apoyada del Dr. Ceballes duró más de la cuenta. Y el beso del muchacho del estudio Goldberg, sólo fue interrumpido después de que él saboreara mi boca a su gusto. Y lo último, aquel pendejo. Eso fue lo peor.
    
    Cuando Joaco me convenció de que le permita recibir a aquel salvaje, una ridícula ansiedad se apoderó de mí. El hecho de que haya defendido a mi hijo, me obligó ...
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