Cerrando un buen trato
Fecha: 14/02/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... anterior, -tomó de mi brazo para ponerme de pie y continuó.- ahora te dejas de hablar, quitas la ropa, te subes a la cama y nos esperas en cuatro… mientras nosotros nos preparamos… -al ver que no reaccionaba de inmediato, elevando la voz, repitió,- AHORA!!!
V
Comencé a desvestirme rápidamente, como si me fuera a tomar una ducha. Tanto don José como Oscar de puro calientes que estaban casi no pusieron atención mientras me despojaba de lo único que llevaba aparte de las botas: mi vestido. Solo Rodrigo se dio cuenta de la ausencia de ropa interior y su bulto fue evidente debajo del pantalón.
Tuve que esperar menos de un minuto para sentir sobre mi glúteo derecho la primera mano de la mañana. Moderadas nalgadas y toscas caricias eran acompañadas con insultantes frases emitidas por diferentes voces como: que puta más rica eres o te daremos la verga que te falta, chica putita o epítetos sencillos como perra, zorra, zorra infiel, puta caliente y escatolalias similares.
Si bien llegué a ese lugar pensando que era solo un trabajo que terminar, esa idea comenzó a derrumbarse antes incluso de lo que había pensado pudiese pasar, pues el trato de puta escort que recibía, impensadamente comenzaba a excitarme.
Por algunos minutos que no pasaron de los cinco, entre don José y Oscar se turnaron para tocar, morder, chupar, lamer, besar, apretar y gentilmente golpear mi cuerpo con las pullas y vítores de Rodrigo como telón de fondo y bizarro complemento para mis aún reprimidos ...
... gemidos.
Estuvieron a punto de lograr que acabara en dos oportunidades, antes que don Juan me penetrara. El viejo, siempre a lo perrito y de manera brusca, pero sin dolor, clavó su corta y gruesa verga en mi coño solo para iniciar una frenética follada, que se extendió por menos de 3 minutos. Con Oscar, una vez reemplazado don José, fue más o menos igual.
En menos de una hora, los dos cacheros de las pampas patagónicas estaban fuera de combate y sin siquiera con sus manos o lenguas, lograron hacerme acabar. Estaba caliente y quería mi orgasmo. Después de dudarlo un par de segundos, con un ademán de mi mano, llamé a Rodrigo.
Aún vestido, frotándose la verga por encima del pantalón, obediente lo hizo de inmediato. Al llegar a mi lado, casi con desesperación bajó el cierre para ofrecerle a mi boca su delgada, larga y erecta verga la que acepté de inmediato.
Chupé con devoción esa verga por largo rato. Estaba afanada en ello, cuando en rápidos movimientos, me tomaron por las caderas y penetraron, follándome desde la primera estocada con un rápido y profundo mete y saca.
Como comenzó a producirme dolor, me acosté completamente de vientre sobre la cama, quedando mi boca al borde de la cama con la verga de Rodrigo hasta la mitad y la verga de Oscar en mi aún excitado, pero ya mal tratado y dolorido coño.
En esos instantes, don José, al notar que mis ojos se cerraban al tener la verga de Rodrigo llenando mi boca, tomó su celular y tomó una foto. Aún con los ojos ...