1. Mis odiosas hijastras (11)


    Fecha: 10/03/2024, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... tener una hija…
    
    —¿Torti? —terminó Valu la frase por mí.
    
    —Valu, ya no es gracioso reírse de esas cosas —dijo Sami.
    
    Agos no se molestó en decirle nada a su hermana. Pero pareció tener ganas de hablar de su madre.
    
    —En todos sus cuentos, en sus entrevistas, siempre se muestra abierta, y “gayfriendly” —explicó, acomodándose en el sofá—. Pero es una hipócrita —dijo después, con un rencor visible en el tono de sus palabras—. Cuando sospechó que había algo con Mili, no dejó de molestarme con que conociera chicos. La mayoría eran nerdos que ella conocía de sus círculos literarios. Y cada vez que rebotaba a uno, me mandaba a otro. No servía de nada que le dijera que igual me gustaban los hombres, que simplemente ahora estaba bien con Mili. Y a pesar de que le dije muchas veces que ya no quería seguir con eso de comprobar si sus parejas eran unos pajeros o no, mamá seguía utilizándome. Aunque yo no quisiera participar activamente, ella se las arreglaba para que entrara en sus jueguitos. Y cuando Valu nos contó lo de que te metía los cuernos, eso fue la gota que rebalsó el vaso. ¿Para qué tanta paranoia? ¿Para qué tanto miedo a ser traicionada, si ella misma era una infiel? Me di cuenta de que ella disfruta al exponernos de esa manera. Tiene un morbo enfermizo que me resulta difícil de comprender, y que sin embargo es notable. Quizás para vos sea difícil de entenderlo Adri. Me refiero a por qué nosotras terminamos obedeciéndola. Pero pensá que nosotras convivimos con ella ...
    ... desde que nacimos. Y siempre fue muy influyente en nuestras acciones. Visto desde afuera puede parecer extraño, y hasta ridículo que tres chicas de nuestra edad se presten a estas cosas, sin darnos cuenta de que está mal. Pero siempre la tuvimos taladrándonos los oídos con sus ideas enfermizas. Y además, no siempre fuimos grandes como ahora. Siempre hicimos lo que ella quiso, pero al menos yo ya estoy harta —terminó de decir, visiblemente aliviada de poder escupir todo eso que sentía.
    
    —Todas estamos hartas —intervino Sami—. Pero es difícil decirle que no a mami. Por eso tenemos que aprovechar ahora, que no nos atosiga con sus mensajes y sus demandas. Aprovechemos ahora que no tenemos internet ni teléfono, ni tampoco miedo —dijo, con una madurez que me pareció admirable.
    
    —Está bien. Pero todavía no sé qué es lo que tienen en mente. Y de hecho, aún no quiero saberlo. Ahora falta que ustedes dos me convenzan. ¿Qué tienen en contra de Mariel? Y espero que sea algo más original que repetir la historia de Agos —advertí. Y luego, recordando algo que había dicho Sami, agregué—. A ver Valu, contame la historia de Ramiro.
    
    Valu suspiró, resignada. Se había puesto un pulóver con capucha encima de la remera con la que se había vestido después de nuestro encuentro, y debajo un pantalón de jogging.
    
    —Se cogió a mi ex. Esa es toda la historia. Punto —dijo, mirando a otra parte.
    
    —¿Mariel se acostó con tu exnovio? —pregunté, sin dar crédito a lo que escuchaba. Nunca hubiera pensado ...
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