1. La mamá de Joaquín, Cap 7 (Final)


    Fecha: 22/03/2024, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... hablarme o dejarme solo.
    
    —Y ¿todo bien chabón? —me dijo alguien.
    
    Me di vuelta a mirarlo. Era Leo.
    
    —Todo tranqui, ¿Y vos?
    
    —Bien. — se paró al lado mío, apoyándose en la pared —No va a venir el Pitu parece.
    
    —¿Y por qué? —le pregunté.
    
    La ausencia de Pitu era demasiado notoria. Era claramente el líder de tercera tercera, y hasta podía considerarse el líder de todo el turno mañana. Incluso aquellos que eran molestados por él, siempre estaban atentos a lo que hacía o decía, y más de una vez terminó agarrándose a piñas con otros pibes por el sólo hecho de meterse con alguno de sus compañeros.
    
    —Ni idea. Pero está raro últimamente. Anda en la suya, y ahora está emperrado en querer agarrarse con uno que es re peligroso.
    
    —¿El que le pegó?
    
    —Sí, ese. El Pantera le dicen. Lo que Pitu no entiende es que esos tipos no tienen códigos. Si no, fíjate cómo lo agarraron entre tres.
    
    Lo notaba realmente preocupado por su amigo. Al principio Leo me había dado la impresión de que no era más que uno de los lameculos de Pitu. Después me di cuenta de que, aunque le gustaba hacerse el malo, no era de pelear. Sostenía su actitud agresiva sólo para sobrevivir en esa jungla que era González Catán.
    
    —Y bueno… hay que hablar con él para que se calme. —le dije. — ¿Por qué no vamos un toque a su casa después?
    
    —No está en su casa. Pasamos con el Brian a la tarde y el Esteban dijo que se había pirado para no sé dónde.
    
    —Estará con una mina.
    
    —Eso es lo que pensamos. Se la ...
    ... tiene bien guardada el wacho. ¿Querés un trago?
    
    —Dale.
    
    Agarré el vaso de plástico y tomé un largo trago de cerveza.
    
    —Sabés…— me dijo. —Yo también perdí a mi viejo.
    
    —¿Posta? No sabía nada. —dije, asombrado.
    
    —Sí, pero fue hace bocha. Me enteré cuando estaba en la escuela. Vino un tío mío a decirme. La vieja Bustamante me dijo que salga del aula. Pensé que me iban a cagar a pedos por algo que hice, pero nada que ver. Fue un garrón. Bueno, vos sabés cómo se siente.
    
    —¿Y qué le pasó?
    
    —Una pelea en la cárcel. Lo pincharon.
    
    —Uh, que mal.
    
    —Encima yo no lo veía hace bocha. No quería ir a verlo allá.
    
    —Te entiendo.
    
    Leo miró el cielo. Tenía los ojos brillosos. De repente sonrió con tristeza.
    
    —Vos al menos pudiste aprovecharlo hasta ahora. — me dijo.
    
    —Masomenos. Este último tiempo estaba muy diferente. Casi no hablaba, y como trabajaba de noche, lo veía poco.
    
    —¿Y vos le hablabas?
    
    La pregunta me cayó como balde de agua fría.
    
    —No, la verdad que no.
    
    —Capaz que te pasaba como a mí, que no sabías cómo acercarte a tu viejo. Yo tenía la cárcel de por medio. Tu viejo capaz estaba en una especie de cárcel ¿No?
    
    —Sí, puede ser.
    
    Le devolví el vaso de cerveza. Él encendió un cigarrillo.
    
    —Son copados los viejos de Fabri Quién lo hubiera pensado, ¿no? —dijo, cambiando de tema.
    
    —Sí, es cierto. — dije riendo.
    
    —Bueno amigo, me voy a chamuyarme a la Débora a ver que onda.
    
    —Dale, metele. —le dije.
    
    Es extraño, pero cuando otros te cuentan ...
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