1. Nuestro primer e inesperado trío (parte 2)


    Fecha: 29/03/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: MarcoAntonio94, Fuente: CuentoRelatos

    ... mí nos prenden ese tipo de guarradas.
    
    - Mmhhh… cómo me encanta esa verga – gimió cuando la penetré – dale, mi amor.
    
    Sin dejar de vigilar, comencé a follarme a mi mujer. Sus gemidos eran ahogados por la verga de nuestro amigo. Los plap, plap, plap, hacían juego con los glup, glup, glup, de sus mamadas.
    
    - Ahhh que rico es esto – gemí.
    
    - La mama como una diosa, mi hermano – dijo Fernando.
    
    - Esta es mi manera de agradecerles por darme la mejor cogida de mi vida, mis machos – gimió Ana – avísenme dónde quieren venirse.
    
    - Pues mi lechita ahí te va, ¡trágatela! – Fernando obligó a mi esposa a comerse su verga de nuevo, tampoco le costó trabajo, a ella le encantaba mamársela – uufff.
    
    Fernando se vino dentro de su boca y la obligó a sacarle y tragarse hasta la última gota. Saber que mi mujer era la puta a las órdenes de dos hombres me hizo explotar de placer dentro de ella.
    
    - Aaayyyy… qué rico – dijo ella entre gemidos. Su vagina apretaba, pero no estaba seguro de si era un orgasmo o simple excitación.
    
    Saqué mi polla de sus entrañas, estaba llena de baba y flácida. Ignoro cuánto semen deposité dentro de ella, de cualquier forma, no pudo ser mucho. Ella se puso de pie junto a mí fuera del auto. Sus senos seguían de fuera y estaba algo sudada, aunque, afortunadamente, su maquillaje no se había corrido.
    
    - Tenía ganas de esto – me dio un beso, sabía a verga y a semen – espero les haya gustado. Sé que no es lo mismo que ustedes me provocaron, espero lo hayan ...
    ... disfrutado.
    
    - A mí me encantó – jadeó Fernando – es que la mamas bien delicioso.
    
    - A mí igual – tomé sus senos y los estrujé y llevé a mi boca – eso que sentí, ¿fue un orgasmo?
    
    - Si, aunque no uno tan intenso como los que estos días me sacaron – se metió las tetas dentro del escote – bueno, vístanse que debemos irnos de aquí.
    
    - Ten tu ropa interior, Ana – Fernando le extendió su calzón cachetero, con encaje y blanco.
    
    - Quédatelo, papi, es un regalo – jamás acordamos eso, aunque no me molestaba en lo absoluto – úsalo cuando te la jales pensando en mí con tantos videos y fotos. Trata de que mi olor dure.
    
    - ¿En serio? – Fernando se llevó el calzón a la cara y lo olió – huele a ti.
    
    - En serio – Ana volteó a ver mi expresión y vio que era de aprobación y excitación – con una condición.
    
    - ¿Cuál? – Fernando sostenía el calzón como una reliquia.
    
    - Cada que acordemos vernos para portarnos mal, me lo debes entregar lleno de tus chamacos. Yo me lo pondré y te daré el calzón que ese día use a cambio, ¿qué dices? – eso tampoco lo habíamos acordado, pero pensar que de vez en cuando Ana usaría ropa interior llena de semen, me encantaba.
    
    - ¡Qué rico, si! – dijo Fernando con mucho entusiasmo.
    
    - Mejor que sea el juego completo – propuse – dale también el brasier e inclúyelo en el acuerdo.
    
    - Me gusta esa idea – totalmente desinhibida, Ana se quitó la blusa, el brasier y volvió a vestirse.
    
    Entregó el sostén a Fernando, quien los guardó en un compartimiento ...