1. Mis odiosas hijastras (3)


    Fecha: 31/03/2024, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... había visto envuelta en esa toalla. Tenía una belleza totalmente diferente a las otras. Una belleza que en principio producía una inmensa ternura. Daban ganas de abrazarla y hacerle mimos, como si fuera una bebita. Pero una vez que se descubrían sus turgentes pechos y su redondo y firme culo, la excitación se mezclaba con la ternura, generando una sensación tan bella como turbia. Ahora la chiquilla apoyaba nuevamente la cabeza en mi hombro. Escuchaba su respiración. Mi mano estaba en su cintura. Sentía, a través del pullover grande que estaba usando, el cinto que ajustaba el pantalón. Si bajaba un poquito más, me encontraría con el pomposo orto que había descubierto hacía unos días.
    
    —¿Te pasa algo? Estás más asustadiza que de costumbre —le dije.
    
    —Más que cuando vi la cucaracha, no creo —respondió ella, y soltó una risita—. Es que… —siguió diciendo—. Estos días, me ponen un poco mal —se sinceró—. Mamá diría que ponerse así sólo por el clima es algo muy trillado, que debería ser más original con mis actitudes.
    
    —Bueno, yo no creo que sea cuestión de actitudes, sino de sentimientos —dije, no sin notar que ya era la segunda vez que una de las chicas aprovechaba el momento de soledad que tenía conmigo para reprochar actitudes de su madre—. Quizás un día como este te retrotrae a un momento difícil que hayas vivido en un momento parecido —aventuré.
    
    —No, no es eso. Simplemente me agarra una fuerte nostalgia, una nostalgia que casi se parece a la tristeza.
    
    —Bueno, hoy ...
    ... estoy acá con vos. Así que podés contar conmigo —dije.
    
    No pude evitar sentir que todo el erotismo que me había envuelto en ese momento, se fue disipando de a poco, hasta casi ser reemplazado por completo por la ternura que me generaba es preciosa criatura. No tardaría en darme cuenta de que esa era una magia muy común en ella.
    
    —Hoy estás, pero ¿mañana? —largó ella, enigmáticamente.
    
    —¿Por qué decís eso? —quise saber.
    
    Todas las alarmas de mi interior se habían disparado. Ese comentario me hacía pensar que ella sabía de lo frágil que estaba en ese momento la relación con Mariel, lo que a su vez me indicaba que era muy probable que había sido ella la que envió las fotos.
    
    —Sólo lo digo. Es que… las parejas de mamá no suelen durar mucho. Aunque, con algunos fue mejor que haya terminado.
    
    Esa última frase no me la esperaba. ¿Sería que alguno de los ex de Mariel la había maltratado? ¿O había ocurrido algo aún peor? No me atreví a indagar al respecto. Si ella quisiera darme detalles, ya lo haría llegado el momento.
    
    —Aunque termine la relación con Mariel, siempre vas a poder contar conmigo —dije, y aunque pensándolo detenidamente era una promesa muy fuerte, y quizás exagerada, la verdad es que en ese momento lo sentí así.
    
    —¿Vas a venir corriendo cada vez que las cucarachas invadan mi cuarto? —preguntó, y ambos estallamos en risas.
    
    A pesar de la ternura que me despertaba Sami, la calentura no había remitido del todo, ya ahora volvía con fuerza. Y teniéndola tan ...
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