1. Cita por la web


    Fecha: 04/04/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Theresa1986, Fuente: CuentoRelatos

    ... diluido por mi respiración rápida y los suspiros de satisfacción de Ignacio. Pero el déficit sonoro se rompió con dos golpes en el tabique por parte del conductor, que significaron que habíamos llegado.
    
    Metiendo mis senos desnudos en el sostén y mirando por la ventana, no vi las casas que conocía.
    
    -¿En dónde estamos? - le pregunté a mi nueva pareja.
    
    -En mi casa -respondió Ignacio, aún no completamente recuperado del orgasmo.
    
    En ese momento, mi cerebro, aún no curado del influjo de la lujuria, comenzó a comprender que el hombre desde el principio de nuestro encuentro no tenía planeado llevarme a casa tan fácilmente. Me pagó mucho dinero y quería que se lo devolviera al cien por ciento. Aunque, tal vez para él esa plata no sea más que unos pocos pesos: dar diez mil era mucho para coger a una chica puta de Internet. Mientras estaba en un estupor mental, Ignacio volvió a poner su miembro viril en sus pantalones.
    
    -Ponete la chaqueta, -ordenó mientras terminaba de apretarse el cinturón.
    
    Obedientemente comencé a abrochar los botones de mi blusa. Ahora ya entiendo por qué entonces no estaba indignada y no le exigí a Ignacio que me llevara a casa: sabía que no tenía vuelta atrás. Además, mi lujuria no había desaparecido, sino que por el contrario se intensificó, mezclándose con el miedo, la impotencia y la sensación de que éste no era el final de esta noche. Después de vestirme, abrió la puerta trasera del auto y me invitó a dejar el vehículo dándome la ...
    ... mano.
    
    El apartamento de mi patrocinador estaba en un lujoso edificio frente al Golf, por Bv. Artigas. En el interior, todo me recordaba a un hotel: una puerta de entrada enorme, que recuerda a una recepción, un conserje sentado en el mostrador, un gran ascensor de cristal. Habiendo subido al piso 11, caminamos sólo un poco por el pasillo, deteniéndonos en el apartamento número 115. Mientras Ignacio abría las puertas, mis ojos recorrieron su cuerpo y se detuvieron, habiendo tropezado con un bulto distintivo en el área de la ingle.
    
    -Para ser un hombre mayor, es bastante resistente. -pensé entonces.
    
    Las puertas se abrieron y de una manera interesante, pero familiar, desde el momento de nuestra conversación con el dueño del apartamento vía WhatsApp, el interior del apartamento apareció otra vez ante mí. Entramos, después de lo cual la puerta principal se cerró detrás de mí. Una mano fuerte agarró mi antebrazo y casi instantáneamente me dio vuelta. Ignacio con renovado vigor se hundió en mis labios tratando de atar mi suave lengua de adolescente con la suya. Un segundo después, una de sus manos ya estaba en mi cintura y la otra apretaba mi elástico trasero. Era imposible seguir en el pasillo, por lo que, tomándome de las caderas, levantó mi cuerpo para que mis rodillas quedaran junto a sus codos, sin dejar de besarme. En esta posición, me llevó al dormitorio y me colocó sobre la cama, después de lo cual me levantó la falda, me rasgó las bragas y comenzó a lamer mi vagina mojada. ...
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