Infidelidad en Nochebuena
Fecha: 06/04/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: CVerarde, Fuente: CuentoRelatos
... fructífera por delante.
En lugar de eso, Aníbal conservada con un grupo de hombres, desde donde me miraba a hurtadillas una y otra vez.
Entonces saqué el móvil de mi bolso y le escribí una travesura, para tentarlo, para que no se olvidara que yo estaba allí:
«Deja de mirarme, van a sospechar»
Él notó que escribía, y luego debió sentir la vibración en su bolsillo, porque sonriéndome, extrajo su celular y leyó lo que le había escrito. Volvió a mirarme y sonrió de nuevo.
Vestía un elegante traje negro, con corbata también negra que contrastaba con su delicada camisa blanca. Sus ojos azules le conferían a su mirada una profundidad que solía robarme la cordura. Aquél era un hombre maduro tan guapo como perverso. Y así lo deseaba; así me calentaba.
«Estás deliciosa, mi encantadora niña.» me escribió él.
«Gracias, pero en serio, deja de mirarme, o lo arruinarás todo.»
Nos miramos desde la distancia, mientras alguien entonaba algún villancico por ahí, y volvimos a sonreírnos. Nadie nos miraba. Nadie sabía lo que había entre los dos. Y eso me excitaba.
«Te noto muy tensa, mi niña; quisiera poder darte un masajito en tu espalda desnuda.»
Tragué saliva. Miré la hora y vi que habían pasado varios minutos desde que Jorge se hubiera perdido con «Renatita». Luego miré hacia la izquierda y escuché las carcajadas que protagonizaba Raquel, esa inmunda esposa de mi amante, que al parecer tenía su vista fija sobre mí, en un claro hecho donde me criticaba junto a ...
... sus amigas.
«Tenemos un acuerdo, señor Abascal» le recordé para frenarlo. Y agregué un emoticón de diablita.
Él leyó y se relamió los labios.
«Cómo quisiera estar entre tus piernas»
No respondí nada, sólo reí. Y ante mi falta de respuesta, volví a recibir un nuevo mensaje:
«Esta noche no te irás de mi casa sin haberte penetrado» me sentenció. Y yo quedé helada, sobre todo cuando Jorge volvió a posicionarse junto a mí, recogiendo mi brazo.
Y a lo lejos vi a Aníbal sonreír, poderoso, sardónico, seguro de sí mismo. Y me molestó su actitud irónica, siempre burlesca. Y odié que mirara a Jorge con sorna, diciéndole con la mirada que me había follado, que le habíamos puesto los cuernos y que por lo tanto era un tipo insignificante. Y yo, para salvar su honor, le di un beso en los labios, discreto, pero lleno de amor. Jorge respondió a mi beso acariciándome una de mis mejillas.
Y a lo lejos, escuché de nuevo una de las carcajadas de mi amante, cuyo significado solamente yo fui capaz de entender.
«Te voy a rellenar tu estrecho coñito, mi encantadora mujer» leí de costado un nuevo mensaje procedente de él.
«Sueñas» le respondí como final, cuando tuve oportunidad, pidiéndole a Jorge que saliésemos al jardín. Para alejarme de Aníbal. Para alejarme de Raquel. Para alejarme de «Renatita.» para Alejarme de todo.
III
Esa noche, previo a la cena de navidad, sufrí las peores humillaciones que una mujer puede recibir de otra mujer. Me refiero a Raquel, la hermana ...