1. En mi ruta de Mountain Bike


    Fecha: 06/05/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: fernandobcn, Fuente: CuentoRelatos

    ... bajo el algodón y de modo desafiante (como buscándome). Sus piernas, también de piel clara, se aprecian por la apertura lateral de su falda y que sube un palmo por encima de la rodilla, son esbeltas y bien definidas, como si practicase mucho deporte (será por gimnasio, seguramente, sino serían más morenas).
    
    Yo: Y cuéntame Tina ¿qué haces sola caminando por esta ruta? Ayer, te vi y también ibas sola.
    
    Tina: Si, yo también te vi (con media sonrisa y desviando la mirada para, pasando por mi paquete, dirigirse hacia el suelo). Hemos venido una semana de vacaciones, con mis padres. Estamos alojados en el hotel X. Está muy cerca de aquí, como escondido en la montaña.
    
    Yo: Si, lo conozco, en estado en alguna convención de empresa. Es un hotel de lujo. Estaréis de fábula en él.
    
    Tina: Si es muy bonito y tiene de todo, pero está un poco alejado de la ciudad y como he venido con mis padres. Aquí no conozco a nadie. Por eso, aprovecho por las mañanas para pasear por aquí. En la recepción del hotel me han comentado que este camino suele ser muy frecuentado por deportistas y que está muy bien para caminar y ver, desde aquí, toda la ciudad. Pues te has pegado una buena leche… ¿Te duele aquí?
    
    Diciéndome esto alarga su mano como si fuese un pajarillo volando y la sitúa en mi rodilla derecha que está ligeramente rozada por la caída, para indicarme el lugar.
    
    Yo: Algo, pero no mucho y menos ahora.
    
    En este momento, mi polla crece dentro de mi culotte, haciendo que mi paquete ...
    ... sobresalga más que antes. Ella, mantiene su mano en la rodilla y desplaza, otra vez, la mirada desde mi rodilla, hacia mis ojos. En el camino, su mirada se para un segundo en mi paquete, segundo en el que sus ojos se abren más.
    
    Me dejo llevar por un calentón repentino y alargo mi mano derecha hacia su pierna, sin decir nada y mirándola a los ojos. Observando su reacción. Siempre estoy a tiempo de retirarla (pienso). Ella no dice nada, me mira a los ojos muy intensamente. Veo que las aletas de su nariz se abren más, como si quisiera tomar más aire.
    
    Desplazo la falda, por la parte de su apertura derecha, y la subo por encima de su pierna, dejándola al descubierto un palmo por debajo de las inglés. Qué belleza de pierna, esbelta, torneada, suave. Desplazo mi mano por su pierna hasta llegar a sus braguitas blancas. Toco, por encima de las mismas, su vagina suavemente con los cuatro dedos de la mano, con suaves movimientos hacia arriba y abajo, tanto verticales como giratorios. Está depilada, por la suavidad del desplazamiento. Introduzco mis dedos índice y anular dentro de su coño. Conforme los introduzco se va empapando y cierra los ojos. Sigo con mis movimientos. Sus piernas se abren y se cierran. Abre los ojos y mira hacia el camino (la ruta de arena). Está nerviosa.
    
    Tina: Nando, vamos hacia allí (señalando a los árboles del fondo) que aquí nos puede ver alguien.
    
    No digo nada, simplemente me levanto junto a ella, cojo mi bici y la sigo.
    
    Llegamos a los árboles, ...
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