Pedro y Lindsay. Un inmigrante cumpliendo el sueño americano
Fecha: 10/05/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Lalo Wilhelmy, Fuente: CuentoRelatos
... cavidad en la posición del misionero, los besos se volvieron escupitajos y cachetadas, a ella le encantaba sucio, era una maldita perra lujuriosa sedienta de sexo y pedía más a gritos, Lindsay le pidió que la ahorcara y le diera más cachetadas, sus mejillas rojas y sus pezones duros casi transparentes no podían con tremendo semental, este cabrón le estaba dando la cogida de su vida a esa gringa pretenciosa, después la pone de perrito y se dispuso a entrar en terreno prohibido.
Le comienza a querer penetrar el culo y a ver que la golfa no ponía objeción continuó haciéndolo, se ocupó mucha saliva para lubricar ese blanco culazo hasta que lo logró y penetró, le daba tan fuerte que la perra no dejaba de gemir, las palmas estaban marcadas en sus trabajados glúteos de tanta nalgada, le jalaba el pelo con la fuerza de un verdadero hombre, no dejaba de meter y sacar su verga, la experiencia y el deseo de cogerse a esa hembra se había logrado, comenzó a meter su pene en la vagina para sacarlo y meterlo en su ano, sacaba el pene del ano y ...
... lo metía en la vagina, repitiendo muchas veces, muy rápido, muy duro, como tenía que ser, atraviesa su culo por última vez, con el cuerpo sudado y jarioso, comenzó a taladrar ese culo hasta que lo eyaculó todo, una gran cantidad de semen que no dejaba de salir de su miembro, muchos litros de leche tal como una fuente sin descanso y sin parar brotaba por su glande, era tanto semen que alcanzo a darle la vuelta y derramar su ultimas gotas en su boca para que se los tragara.
Lindsay le dio una última mamada de verga y se comenzaron a vestir pues estaban llegando a la casa de Pedro, se dieron un último agarrón y se despidieron, definitivamente fue una descarga sexual total.
Después de esa noche, Pedro se convirtió en los planes de fines de semana de Lindsay Walker, follada tras follada hasta que se fue a estudiar a Harvard, pero cada vez que viene de visita, ahí está él, el jardinero vergón que está dispuesto a complacerla. Un hombre común con la suerte de nadie, un caballero que recibió su recompensa y cumplió el sueño americano.