1. Traiciones y golpes de suerte


    Fecha: 18/05/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... reír hasta que la tos se lo impidió.
    
    Y así fue como empecé a trabajar como guardaespaldas de Laura, le acompañaba a todos los viajes. El nuevo avión había sido todo un éxito, un avión que con su diseño gastaba menos combustible y abarataba los billetes a los clientes. Ya había pasado un año, yo notaba que Laura sentía más que una amistad por mí, pero yo no estaba preparado. La cárcel me había venido bien para sacar casi todo el rencor que tenía dentro, pero todavía quedaba algo y no quería que Laura pagara los platos rotos. Yo también empecé a sentir algo muy fuerte por Laura, era una mujer lista, fuerte y además preciosa. Su cabello rojo como el fuego, sus ojos verdes y las pecas que adornaban su rostro la hacían una de las mujeres más hermosas que jamás hubiera visto. Tuvimos que volver deprisa y corriendo del último viaje promocional. La salud de Doña Consuelo había empeorado y según nos comentó su médico, le quedaban dos días como mucho.
    
    Laura tenía un miedo terrible a no poder despedirse de la mujer que más la había querido y la que la había criado y cuidado desde cría, no fue así y pudimos llegar a tiempo. La última conversación que tuvieron abuela y nieta fue tan emotiva que no pude evitar llorar a moco tendido, después llego mi turno.
    
    • Se que estás loco por mi nieta y ella siente lo mismo, ¿te vas a acobardar ahora?
    
    • No es eso Doña Consuelo, mi miedo es que mis heridas no cicatricen jamás.
    
    • ¿Tú has visto como te mira verdad?
    
    • Sí.
    
    • Pues yo ...
    ... veo como la miras tú y las dos miradas indican lo mismo y es que estáis enamorados el uno del otro hasta la medula.
    
    Ese último comentario de Doña Carmen me hizo sonreír y me dio el último empujón para pedirle a la mujer de la que me había enamorado hasta el tuétano que fuera mi mujer y seriamos felices juntos para siempre.
    
    Doña Consuelo murió esa misma noche, para Laura fue la devastación absoluta. No me moví de su lado en ningún momento, no quiso ser enterrada y se le incineró. Echando las cenizas en la tumba de su difunto marido y abuelo de Laura, según tengo entendido este murió al poco de nacer la madre de Laura de una dolencia cardiaca que heredo la madre de Laura. Esta también murió al poco de tener a Laura y su padre desapareció un día sin dar ninguna explicación.
    
    Aquella noche me quede a dormir en la habitación de invitados, sería la media noche cuando escuche como se habría la puerta de la habitación. La luna estaba llena y había buena iluminación, Laura entro con un camisón que casi hace que me dé un infarto de lo hermosa que estaba, se subió a horcajadas sobre mí. Sin mediar palabra se metió mi polla en su coñito y entrecruzo sus dedos con los míos, después salió un gemido de su garganta. Del rostro de Laura caían lágrimas, hicimos el amor despacito, sintiéndonos, amándonos.
    
    Laura lloraba amargamente la perdida de su abuela, entonces le seque las lágrimas con mis labios y le dije.
    
    • Jamás estarás sola mientras yo viva.
    
    • Lo sé Alex.
    
    • Te quiero ...
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