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Lecciones Privadas con Amanda
Fecha: 26/05/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: zorro4l, Fuente: RelatosEróticos
... de acuerdo?” Asentí sin dudar y estaba un poco desconcertado sobre el rumbo de las cosas. “El día de hoy me encontraste desnuda en mi cocina. Esto fue algo imprevisto para ambos y pudo llegar a ser algo más incómodo, e incluso bochornoso para mucha gente. Tuviste una reacción y yo tuve la mía. En consecuencia, nos dimos opciones mutuamente. Me gustó la forma en que reaccionaste y el modo en que te has conducido hasta ahora, eso demuestra cierta templanza de tu parte, lo cual es un rasgo que te puede llevar muy lejos. “ “¿Sabes por qué elegí quedarme desnuda? Además de todo lo que te dije que es verdad.” –Dijo Amanda. “Entiendo que disfrutas de tu cuerpo, tienes una visión muy amplia al respecto.” –Respondí. “En parte es verdad. Tú al llegar me encontraste desnuda y no importa lo que me pusiera hoy, para tu mente yo estaría desnuda todo el tiempo, y apenas hoy comenzamos a trabajar. Así que prefiero tener tu mente ocupada en tu preparación. Y por momentos tus ojos ya se están ocupando de mi cuerpo. ¿Podrías definir en 3 palabras que es una vivencia?” “No exactamente.” –Le respondí con timidez. “Te lo diré de esta forma. Es; Realidad para mí. En este caso para nosotros ...
... dos y esa realidad, nadie más la entendería. ¿Estamos claros?” Asentí con seguridad. Escuché atentamente aquello que decía Amanda y respondí a varias de las preguntas que me hacía mientras ella recorría majestuosamente su cocina. Ella se aseguró de que mi atención estuviera centrada en el diálogo y se encargó de mantener mi mente activa y ágil mientras conversábamos en su cocina. Amanda me sirvió un té helado indicando que la esperara ahí, la vi salir de la cocina y escuché sus pisadas por el pasillo, estas eran un poco más fuertes cuando volvía con un libro en la mano. “Por la noche leerás la apología de Sócrates y mañana la discutiremos. Ahora vamos a que te des una ducha, tu cuerpo requiere de un alivio, y sé perfectamente que me vas a imaginar tal como estoy mientras lo haces. ¡Así que no vamos a hacernos tontos! Por esta ocasión hazlo mientras me ves, llena tus ojos y desahoga tu cuerpo. No voy a mentirte; ¡Me resulta muy halagador el hecho de que te hayas mantenido tan erecto las últimas 2 horas! Por hoy vamos a permitirnos algo de voyerismo mutuo, después veremos algo de televisión como buenos amigos para que te relajes un poco, luego nos vestiremos y te llevaré a casa”.