La mamá de Joaquín, Cap 6
Fecha: 10/06/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... senos.
Cuando sentí que ya venía el orgasmo, lo abracé. Rasguñé su espalda, y enterré mis dientes en su hombro, mientras mi cuerpo se retorcía sobre la mesa, y mis fluidos salían en abundancia.
Pitu se sacó el preservativo y comenzó a masturbarse. Su cara se transformó cuando ya no pudo más, y eyaculó. Su semen bañó mis pechos y mi pierna.
Agarré una hoja de rollo de cocina que estaba sobre la mesa y me limpié.
—Andate por favor. — le rogué.
Ahora que estaba satisfecha, la cordura volvía a mí.
—¿Cuándo nos volvemos a ver?
—No somos novios. —le dije. Noté que fui muy brusca y lo había herido, así que agregué. —No es fácil vernos. Y esto que hicimos hoy no se puede repetir. Pero te prometo que nos vamos a volver a ver.
—¿Cuándo? — me preguntó, mientras terminaba de vestirse.
—Pronto, te lo prometo. Pero vos tenés que prometerme que no vas a volver a aparecerte así. Y Pitu, una cosa más.
—Qué.
Lo abracé y le di un beso en la boca.
—Me encanta estar con vos.
Joaquín
—Es muy loco pensar que una etapa tan importante de mi vida está llegando a su fin. Un mes más y chau escuela. — dije. Habíamos salido de la escuela, y con Agustina caminábamos unas cuadras, como de costumbre. Yo estaba a la expectativa de si me invitaba nuevamente a su casa, pero estaba algo arisca. Cuando la agarré de la mano, se soltó. No le pregunté por qué lo hizo. Hice de cuenta que no me molestó y seguí hablando. —No tengo idea de qué voy a estudiar después, pero ya ...
... decidí tomarme un año para pensarlo. Seguramente me buscaré un trabajo de medio tiempo o algo así… ¿Y vos?
—Joaquín…— dijo ella. Me dio miedo que me llamara así. Ella siempre me dice Joaco. Solo me llamó así las pocas veces que se sintió molesta conmigo.
—Si mi amor.
Paramos en una esquina. Agustina tenía la cabeza gacha.
—¿Qué pasa Agus? —la agarré del mentón e hice que levantara la cabeza.
Sus ojos estaban brillosos, a punto de llorar. La abrasé, sin siquiera pensarlo, fue un instinto protector que surgió espontáneamente.
—¿Alguien te hizo algo?
—Joaco, yo te quiero.
—Yo también Agus. —le aseguré. Su cuerpo temblaba.
—Yo te quiero, pero no puedo estar más con vos.
—¿Qué? ¿Qué estás diciendo? Si nosotros nos llevamos rebien y nos queremos, ¿de qué estás hablando?
—Pero no alcanza con que nos queramos. Vos sos inteligente, y seguro que lo entendés.
—¿Me estás hablando en serio? —dije. No caía en lo que estaba escuchando. Aunque suene agrandado, sé que ella me quería igual que yo a ella. Siempre me buscaba con la mirada. Disfrutábamos del tiempo que pasábamos juntos, y ella aseguraba que no salía con nadie más a parte de mí.
Cuando me di cuenta de la determinación de sus palabras, me sentí terriblemente triste. Por primera vez sentí en mi propio cuerpo lo que supuse que sentía mi papá desde hacía tanto tiempo.
—Pero ¿Por qué? Decime por qué. Qué pasó. Qué hice mal. —exigí.
—Vos no hiciste nada malo. Vos sos un amor. El problema soy ...