1. Desahógate en mí


    Fecha: 13/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... preámbulo se acerca aún más a mi falo y lo lleva directamente a su boca con una caricia suave y sutil.
    
    Sentir por fin sus labios húmedos y suaves aprisionar mi verga es placer indescriptible, su lengua da pequeñas caricias sobre mi glande
    
    Se ha convertido en una experta en la felación, en acariciar mi verga con su boca y darme placer con esos movimientos, en no desperdiciar nada de lo que de ahí brota, gotea, o sale a chorros: mi placer… En ponerme duro y proporcionarme una mamada que me obliga a doblar las piernas y me obliga a gruñir.
    
    No sé en qué momento mis manos toman el control y se posan en su nuca, pero siento como con una de ellas la empujó hasta el fondo impidiéndole respirar de forma correcta y aun así sigo empujando impidiéndole el movimiento hasta que toda mi erección se pierde dentro de ella y su rostro queda casi pegado a mi entrepierna, negándole la respiración, es una experta y ya no tiene las arcadas que tenía al principio pero aun así hoy le exijo más y veo su cara de desesperación cuando el aire le empieza a faltar, un par de lágrimas escapan de sus ojos (aguanta un poco mi niña, ya casi) y la saliva gotea hacia suelo de siento su reflejo por quererme empujar para escapar de la asfixia y aflojó mi mano.
    
    La separación es brutal ella jadea tomando aire y yo rio de placer
    
    —Bien mi niña has roto tu marca. Te mereces un premio.
    
    Estoy de pie junto a ella y la observó de arriba a abajo, veo a mi presa, mi trofeo, mi mujer…
    
    La levanté con mis ...
    ... brazos, una mirada que bien podría ser una caricia, una mirada que le decía mi deseo de tenerla y poseerla.
    
    Tire de su collar antes de sacar la pinzas de golpe provocando un dolor placentero, dejando sus pezones sensibles al tacto, suavemente la cubrí de besos, fui dejando un húmedo camino de besos sobre su rostro, seque sus lágrimas con mi boca, bese sus ojos , mejillas, la comisura de la boca, bajé de nuevo por su cuello hasta la clavícula, reprimió un gemido de placer cuando aprisione uno de sus senos con la boca, lo acune con la lengua, casi grito de placer cuando la comencé a mover rítmicamente jugando con el pezón aún sensible, lamí y tiré de él provocando su humedad, provocando que sus piernas se comenzarán a mover. Casi no reconocí mi voz cuando le hable aún con mi boca sobre sus pezones:
    
    —Lo sientes mi niña?
    
    Ya viene?
    
    Mis palabras haciendo cosquillas en su pezón fueron como gasolina sobre el fuego, apretó las piernas fuerte tratando de aplazar lo inevitable, el orgasmo se acercaba y yo lo sabía, soy capaz de provocar lo que ningún otro; mi voz, mi presencia, mis caricias la convierten en una gata en celo capaz de correrse con tan solo mi boca sobre sus tetas y una palabra.
    
    Las señales de su cuerpo son inconfundibles; su orgasmo estaba cerca, aunque ella se esforzaba por contenerlo hasta que yo le diera el permiso de correrse y disfrutar. Podría simplemente dejar de tocarla y esperar a que la inminencia de su placer se desvaneciera, podría estimularla ...
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