1. Dominado en el colectivo (2)


    Fecha: 18/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: El otro yo, Fuente: CuentoRelatos

    ... momento pegó sus labios a los míos y llevó su lengua lo más dentro de mi que le fue posible, alargando mi clímax con sus movimientos. Dejé de filmarlo y lo apreté fuerte contra mí con mis dos manos mientras no paraba de gemir.
    
    Lo liberé creo que uno o dos minutos después. Otra vez continuó dándome placer recorriendo con besitos cortos el exterior de mi vagina. Yo gemía y me reía suavemente, mientras mis manos acariciaban su cara y su cabeza o apretaban mis pechos. Un gemido mas largo, producto tanto del placer como de la sorpresa, escapó de mis labios cuando me rozó con la punta de un dedo. Recorrió con este todo el contorno de mi sexo mientras me soplaba la parte superior del mismo. Al notar que era bien recibido lo introdujo dentro de mi, provocándome un nuevo grito de placer. Dejó el dedo en mi interior y levantó su mirada buscando mi aprobación. Asentí mientras mordía mi labio inferior. Acercó su lengua a mi piel al tiempo que empezaba a meter y sacar su dedo de mi cuerpo. Un escalofrío me recorrió entera cuando con su dedo alcanzó la máxima profundidad que le era posible en el mismo instante que su lengua rozó mi clítoris. Repitió el proceso aumentando de a poco la velocidad de su penetración y separando cada vez menos su boca de mi. Me puse de pie agarrándome de su cabeza y ya no le permití alejarse. No podía parar de gemir y gritar. En ese momento me metió un segundo dedo e imprimió a sus movimientos la mayor velocidad que era capaz de darle. Empecé a mover mi ...
    ... cadera al ritmo de sus dedos. Prácticamente estaba convulsionando. Me detuve cuando me llegó el orgasmo. Marcelo, comprendiendo la situación dejó quietos sus dedos y se dedicó solamente a chupar mi clítoris, haciendo que mi gozo sea mucho más largo.
    
    Me desplomé en el sillón en cuanto terminé de correrme. Un último gemido salió de mi boca cuando sus dedos escaparon de mi. Respiraba agitada y no podía articular palabras. Solo sonreía y decía “guau”. Marcelo se acomodó entre mis piernas y empezó a besarme los muslos. Yo lo acariciaba y me reía. Mi respiración se fue normalizando de a poco y con ella retomé mi capacidad para hablar. Las atenciones de mi flamante adquisición iban de mis muslos a mis pies. Ya nuevamente en dominio de mi misma le ordené que enviara el mensaje. Estaba jadeando pero notoriamente feliz. Me recosté en el sofá y cerré los ojos, disfrutando de sus atenciones.
    
    - Tenemos que mmmm hablar de algunas reglas – comencé a decirle con tono pausado y sin abandonar mi posición – pensá bien cada respuesta, va a ser la única vez que voy a considerar tu opinión. Si estás de acuerdo con lo que propongo vas a aceptarlo besando uno de mis pies – Tomó mi pierna derecha y besó mi empeine – mmmm así. Si lo que planteo excede tus límites vas a decirme – sus labios empezaron a subir por mi pantorrilla – ummm hasta donde estás dispuesto a llegar y yo voy a decidir – comenzó a acariciarme los muslos y aumentó la intensidad de sus besos – pará – le dije riéndome – que voy a ...
«12...678...»