1. Dominado en el colectivo (2)


    Fecha: 18/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: El otro yo, Fuente: CuentoRelatos

    ... detuve, fingiendo un convencimiento que no tenía. Me miró suplicante nuevamente. Acaricié su cara y comencé a hablarle
    
    - Para poder adorar mi zona más íntima tenés que ser completamente mío – dije en forma pausada.
    
    - Ya lo soy mi diosa – contestó de la manera que imaginé que lo haría.
    
    - No. Todavía no lo sos – le sonreí – Una parte tuya todavía le pertenece a tu esposa – quiso desviar la mirada pero se lo impedí – tenés que dejarla para entregarte a mi.
    
    Marcelo tragó saliva. Ese era el último paso y no sabía si ya estaba preparado para darlo. Esperaba que complacerme oralmente fuera suficiente motivación, pero no estaba segura que lo fuera. Dudó algunos segundos, que se me hicieron eternos. Después me miró a los ojos y me preguntó si me molestaría mostrar mi sexo, olvidándose que ya lo había hecho. Mi alivio, mi alegría, pero sobre todo la curiosidad por lo que había planeado me hicieron decirle que no. Me pidió que comenzara a filmarlo con su teléfono
    
    - Hola querida – dijo mirando a la cámara – esta es la conchita de mi diosa – me senté y abrí de piernas y luego enfoqué mi vagina mientras me la abría con dos dedos – ella no me va a dejar adorarla hasta que no sea totalmente suyo – volví a apuntar hacia él – Así que te voy a dejar. Tengo que hacerlo para poder servir a mi diosa como merece. Ahora le pertenezco. No te lo tomes mal. Los dos sabíamos que nuestro matrimonio ya no tenía futuro – En ese momento se quitó la alianza. Una idea perversa cruzó por mi ...
    ... mente al verlo.
    
    - Poneme el anillo – dije sin dudarlo y extendiéndole mi mano. Lo colocó en mi pulgar, que era el único dedo del que había chance que no se cayera – Besalo y sometete totalmente a mi.
    
    Besó el anillo que hasta hacía instantes lo unía a otra mirándome a los ojos, atando su destino al mío. Ya siendo formalmente de mi propiedad se abalanzó hacia mi entrepierna. Yo seguía grabándolo. A pesar de suponer lo humillante que sería para su esposa verlo, la excitación de refregarle en la cara que le había robado a su hombre era más fuerte. Primero dio una larga lamida recorriendo mi sexo. Después se dedicó a lamerme y chuparme en forma lenta y profunda. Yo me acomodé en el sofá con mi piernas bien abiertas, los ojos cerrados y la mano acariciando su cabeza. Me pregunté si su ya ex mujer había disfrutado y apreciado la pericia y la devoción con la que realizaba sexo oral o si yo era la primera que gozaba de esas atenciones. Concluí que en cualquiera de los casos ella había sido una idiota, ya sea por no aprovecharlo o por ni siquiera haberlo descubierto.
    
    El placer que estaba sintiendo se amplificaba al saber que ya estaba totalmente a mis pies y que su ex se estaba dando cuenta de lo que había despreciado. Ajeno a mis pensamientos, Marcelo seguía ocupándose de mi. A medida que mis gritos se intensificaban le dedicaba más tiempo a mi clítoris. Cuando lo apretó despacio entre sus dientes exploté en uno de los orgasmos más potentes de los que tengo memoria. En ese ...