La cabaña (Día 2 - parte 2): Oportunidades de la vida
Fecha: 24/06/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: eedwon, Fuente: CuentoRelatos
... son las aventuras que tienes con nosotras y otra muy distinta a que vayas a deshacer tu matrimonio a causa nuestra. Ella se merece todo lo mejor de ti y nosotras solo lo que podamos recoger de migajas, métete eso en la cabeza.
- Uff… no sabes cómo me agrada escuchar eso de ti, la verdad me quita un poco de peso, y te prometo que haré todo mi esfuerzo por hacer feliz a tu hermana y solucionar las cosas con ella.
- Más te vale, Samuel.
- Lo prometo, ya verás.
- Y cómo ves si vamos a tu habitación, tengo algo fascinante por contarte que no puede esperar a más.
- Pero, ¿qué hay de tu marido?
- Por él no te preocupes, está bien fundido y si acaso se llega a despertar, no podrá salir de la habitación, la cerré con llave, anda, no tengas cuidado, lo tengo bajo control.
Y así, nos dirigimos a la habitación, donde al entrar Mari me pidió que la esperara dentro, que me pusiera cómodo y que ella regresaba en unos momentos, y así lo hice, me quité mi playera, me recosté y por unos momentos sentí que me quedaba dormido, pero justo entró Mari a la habitación.
Sorpresa que me tenía Mari, ya que se había puesto un traje de baño de color negro de dos piezas, cuya parte de abajo era de hilo dental y que apenas cubría por el frente su hermosa vagina, mientras que el sostén le resaltaba sus pechos haciéndolos más apetitosos.
- ¿Te gusta mi atuendo?
- Me fascina, te ves bien sabrosa
- Verdad que sí. Todo sea por satisfacerte
- Pues bien, manos a la acción
- ...
... ¡Perfecto!
Mari se acercó a la cama, comenzando a lamer mis pezones, subiendo poco a poco por mi cuello, lamiendo el lóbulo de mi oreja derecha, estaba preparando el terreno para dar su primer ataque, hasta que recordé que Mari tenía algo que contarme.
- ¿Y qué era eso que me contarías?
- Mmm, veo que no te quieres quedar con la duda.
- ¿Es algo bueno o malo?
- Depende de cómo lo quieras ver, para mí es bueno y creo que para ti también lo será. ¿Quieres que te lo diga o lo dejamos para después?
- Podríamos hacer las dos cosas a la vez, ¿no crees?
- Por supuesto que sí.
Mari se acomodó de forma que su cuerpo estaba a la altura de mi cintura, en el sitio exacto para poder tener mi pene en su boca, acción que realizó una vez que me despojó de mi bóxer.
- Y bien…
- Mmm… que impaciente eres Samuel
- Quedamos que haríamos las dos cosas, ¿no?
- Está bien – y así Mari dejó de comerme la verga, para comenzar a masturbarme con una de sus manos, mientras que con la otra procedía a jugar con su vagina
- Pues como sabrás, desde que tú y Adriana se pusieron a platicar en la playa después de comer, nos dimos cuenta que algo saldría mal entre ustedes, digo, porque tanto como Betsy y yo estábamos viendo cómo discutían, hasta que ella entró a la cabaña llorando.
- Ya ni me lo recuerdes.
- Espérate, que esto sigue. Resulta que pues tú te fuiste y Adriana se fue a su habitación, por lo que la nena al ver que su tía iba llorando fue detrás de ella para ...