La cabaña (Día 2 - parte 2): Oportunidades de la vida
Fecha: 24/06/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: eedwon, Fuente: CuentoRelatos
... nada.
- Oye Samuel, ¿todo bien con tu esposa?
- Pues más o menos, digo, tú lo viste hace un rato
- Sí, es una pena que ustedes estén pasando por eso, pero por mi experiencia, es algo que podrán solucionar ustedes, solo será temporal, pero al final harán como si no hubiese pasado nada.
- ¿Tú lo crees?
- Sí, con Mari me ha pasado lo mismo y mira, aquí estamos
- Si, espero que también suceda lo mismo
- Oye Samuel por cierto, necesito pedirte un favor
- Dime
- Verás, recibí una llamada de mi jefe, quiere que le ayude mañana a supervisar una casa que está construyendo con un cliente muy importante para él, y pues quería pedirte que de favor te hicieras cargo de Mari y las jovencitas locas porque tendría que irme hoy por la noche para descansar un poco y mañana temprano poder ir con el ingeniero, ¿podrás?
- Si, por supuesto, no te preocupes, yo me hago cargo
- Perfecto, esperaré a que despierte Mari para decirle
Continuamos platicando de otras cosas, no pasando mucho tiempo hasta que Mari se hizo presente, quien muy amablemente se ofreció a preparar la cena, después se sentaron a la mesa Betsy e Itzel, ambas con una cara de felicidad que ya me imagino el por qué. Todos juntos cenamos a gusto, Sergio no hizo mención de su escapada, creo que estaba buscando el momento para poder decirle a Mari. Una vez finalizada la cena, ...
... las jóvenes se fueron a la playa, no sin antes advertirles que no se metieran al agua, mientras que Mari y Sergio se encargaban de ordenar la mesa para continuar después en la cocina, por lo que los dejé solos, sería la oportunidad de Sergio para decirle a Mari.
Me dirigí a la playa, el sol estaba ya escondiéndose para darle paso a la noche, quedándome en la carpa, contemplando a ese par de jóvenes que eran unas máquinas sexuales. Ellas no se habían percatado de mi presencia, ambas carcajeaban sin pena, solo llevaban puestas sus licras negras con sus tops y aun así se veían estupendas.
A lo lejos se escuchó el rechinido de llantas, me imaginé que se trataba de Sergio, para después llegar Mari y sentarse a un lado de su hija y sobrina, ninguna de las tres se había percatado de mi presencia, pero de forma repentina tanto Itzel como Betsy, hicieron ademanes de alegría así que decidí acercarme a ellas.
- ¿Y por qué tanta risa?
- Pues verás – comentó Mari – mi querido esposo se acaba de ir, según por un compromiso de trabajo – diciendo esto con tono sarcástico.
- Oh, ya entiendo
- Y pues estamos contentas porque hoy será nuestra gran noche – dijo Betsy- así que prepárate porque hoy no dormiremos, solo cogeremos – levantándose las tres al mismo tiempo para después irse a la cabaña –
Lo que pasó esa noche será algo que jamás olvidaré.