1. Un día cualquiera (punto de vista)


    Fecha: 30/06/2024, Categorías: Fetichismo Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos

    ... calle, pero mi diablilla de la retaguardia me aconsejo esperar espera pacientemente, a captar nuevamente la atención de Jorge.
    
    Yo: Hola “Señor Trabajador”, necesito pasar a mi casa, ¿Me puede cargar de nuevo?
    
    Jorge: Voy para allá Señora Norma, no se mueva.
    
    Se acercó viéndome como gato frente a carnicería y al mismo tiempo veía mi bolsa de víveres, con autoridad me ordeno que ahora en lugar de tomar su cuello, tomara fuerte la bolsa de víveres.
    
    Entonces vi sus manos callosas, repulsivamente sucias y negras, pero en vez de causarme asco, incito una chispa eléctrica desde el centro de mi vagina que recorrió todo mi cuerpo, sin entender yo misma el disfrute que me causo esa imagen, su voz me volvió a la realidad.
    
    Jorge: No se preocupe Señora, no le ensuciare la ropa, esto está más que seco y la verdad voy a tardar mucho tiempo en poder limpiarlo- mientras colocaba sus manos sobre su bolsa de víveres para que comprobara que no transmitía la suciedad.
    
    Yo: Muy bien- balbuce apenas, sin dejar de mirar sus mugrientas manos.
    
    Volvía a envolverme entre sus fuertes brazos, a cada paso que daba sentía su fuerza, su aroma de macho, la sensación de esas asquerosas manos sobre, me humedecían desvariadamente, yo misma podía ya sentir el olor de mis interiores, por lo cual me ruborice, esperando que este hombre, este hombre trabajador, sudado y sucio no lo notara.
    
    Nuevamente con movimientos delicados y haciendo gala de su masculinidad me deposito frente a mi ...
    ... casa.
    
    Jorge: ¿Se encuentra bien Señora?
    
    Yo: Si, claro, solamente tengo mucho calor, - más interno que externo- ¿gusta un vaso de limonada? –porque le dije eso?, por cortesía? Si fue cortesía…
    
    Mientras tomaba la bolsa de víveres para que yo pudiera abrir la puerta de su casa.
    
    Jorge: Claro que si Señora, con todo gusto, - acepto, ¿porque acepto? Pues ni modo…
    
    Pasamos directo a su sala, le pedí que se sentara, mientras me dirigí a la cocina, pensaba con esas botas y ese ahora me va dejar sucia y apestosa la casa, ahora voy a tener, volver hacer el quehacer antes de que llegue el susodicho, como se me ocurre invitarle una limonada.
    
    Pero también, pobre hombre tanto tiempo en el sol y tan caballeroso, justificándome por no pensar más con la cabeza que con la cuca, serví un par de vasos de limonada con mucho hielo y los puse en la mesa de centro, antes que me pudiera sentar me pidió usar el baño a lavarse las manos, ahora no solo tendré que limpiar la sala, también el baño, le señale la puerta y de inmediato entro y escuche el chorro del agua, al poco volvió con un trozo de papel en sus manos, sucias, negras y repulsivas, estimulando un placer mórbido en mis entrañas.
    
    Finalmente vi como con avives disfrutaba de la refrescante limonada, platicaba de cosas triviales, que no captaban mi atención, mis ojos, mi mente y mi estimulos internos, solo podían concentrarse en sus sucias manos sobre mi cristalino vaso, sus botas mugrosas sobre mi relucientes piso, que acababa de ...
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