Cuando los gemidos de una mujer son...
Fecha: 02/07/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos
... el peor sonido que puedes escuchar.
¿Por qué un hombre llevaría a una mujer a un show de strippers? En especial a una mujer que él ama.
Pues ahí estaba Álvaro, llevando a Yazmín, la mujer que más amaba y deseaba en el mundo, a un lugar así.
No hacía mucho que se puso en contacto con ella gracias a Facebook, luego de no verse desde hacía varios años, desde la prepa. En ese tiempo de ebullición hormonal, Yazmín era la musa de sus diarias chaquetas para aquél que, en aquellos días, no se atrevía a declarársele por temor a que lo rechazara. Ella era lo máximo, en esos días en los que Álvaro era un joven muy tímido, se diría que estúpidamente cobarde.
Aquél se conformaba con conseguir alguno que otro roce “accidental”. Furtivamente le llegó a tocar algunas partes de su cuerpo, como sus piernas, sus destacados y bien formados pechos, e incluso le dio un roce ocasional a sus suaves nalgas; claro, discretamente.
Le fascinaba su buen físico y su manera de mostrarlo. En aquellos días era la única en usar frecuentemente minifalda, una súper cortita además. Así mostraba unas morenas y bien delineadas piernas. Y había detalles que enloquecían al joven admirador de tal belleza. Aquél no sabría bien si por malicia, coquetería, o por cosa natural en ella, pero cada que iba a sentarse (ella se sentaba justo al lado suyo), pasaba su mano por la orilla de su falda, levantándola aún más y así revelando la parte alta de su muslo, hasta su cadera. Era algo que le ...
... incitaba.
Pero su recuerdo más excitante fue cuando, en una visita a un museo que su grupo realizó, yendo hasta allí en metro, tuvieron que enfrentarse a las grandes masas de gente. Mientras los otros compañeros alcanzaron lugar en uno de los vagones, Yazmín y Álvaro fueron los únicos que quedaron rezagados, debiendo esperar al siguiente convoy.
Quedándose solo con ella Álvaro ya se sentía afortunado, no obstante lo mejor le vino luego. El siguiente convoy venía más repleto que el anterior pero, como había más gente a sus espaldas, una vez que se abrieron las puertas, tales personas los empujaron precipitadamente al interior del vagón, quedando Yazmín justo enfrente de él, y tan apretados que no se podían ni mover.
El sexo de Álvaro quedó prácticamente incrustado entre los voluminosos gajos de nutrida carne que formaban el delicioso trasero de la joven. Sólo la tela de sus ropas separaba al pene de los bien formados glúteos femeninos. En tales condiciones le fue inevitable tener una erección al joven jarioso. Una que ella también percibió, aunque no dijo nada.
Ese recuerdo quedó grabado en su mente.
Así Yazmín se convirtió en un bonito e ilusorio anhelo. Pero, luego de concluir la prepa, no volvieron a verse. No supo nada de ella hasta la llegada de las redes sociales, en especial, por supuesto, Facebook.
Según su perfil todavía seguía soltera, y se le veía muy bien. Como él también seguía soltero se hizo ilusiones.
Sus fotos mostraban que Yazmín seguía siendo una bella ...