Cuando los gemidos de una mujer son...
Fecha: 02/07/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos
... Era evidente que estaba incómoda, pero contuvo su molestia, con tal de no mostrarse grosera. Cuando inició el show de algunos strippers, Yazmín reconoció que se divertía. Los hombres de músculos aceitados, luego de retirarse algunas de sus prendas, invitaban a una que otra mujer a subir al escenario. Ahí jugaban con ellas en dinámicas sexys y divertidas.
Álvaro se reía junto con Yazmín, pero el motivo de su risa era algo más que el show que presenciaban en ese momento. Bien sabía lo que vendría y lo ansiaba. Su plan era que, el ya apalabrado Roberto, invitara a Yazmín al escenario y ya ahí, mientras el hombre jugaba con ella, Álvaro la grabaría por medio de su celular para capturar las “indecencias” a las que sería sujeta. Su propósito era que, por medio de lo grabado, pudiese poner a Yazmín en un predicamento ante su futuro cónyuge. Pensaba que aquello crearía un conflicto que destrozaría sus planes de matrimonio.
Era por ello que Álvaro quería que ya llegara el turno de Roberto. Una vez aquél apareció en el escenario, inició su show exhibiendo sus habilidades. Con seguridad y agilidad se deshizo de sus prendas quedando sólo en tanga. Mostró así su musculatura bien trabajada.
La atención de la compañera de mesa de Álvaro, según él creyó ver, se enfocó en el tremendo paquete que se guardaba en el interior de la tanga del hombre que, en ese momento, desconocía la relación que guardaba con su compañero de mesa.
Roberto bajó del escenario y caminó entre la ...
... audiencia, como buscando a la mujer que invitaría a participar, aunque bien sabía que, una vez viera a Álvaro, se llevaría a la mujer que lo acompañara. Así, una vez llegó a su mesa, sin hacer ver que conocía a Álvaro, Roberto le tendió la mano a la mujer. Ella se mostró renuente.
«Pinche hipócrita, si bien se ve que le gusta», pensó Álvaro, quien si antes veía a Jazmín como un ángel inmaculado, ahora la veía como una impúdica indecente que ocultaba su naturaleza.
En ese momento Álvaro experimentaba sentimientos contradictorios a su objetivo original. Si en un principio deseaba a Jazmín para él solo, en ese instante ansiaba que ella se fuera con Roberto con tal de conseguir su malicioso objetivo.
Luego de la insistencia de Roberto, y de otras mujeres que la animaban, Yazmín se dejó llevar de la mano por el musculoso macho.
«No que muy fiel a tu noviecito», pensó Álvaro al verla ir tras Roberto.
Una vez en el escenario Roberto le ofreció una silla. Allí ella se sentó y luego el hombre le bailó eróticamente. De vez en cuando la sorprendía colocándole prácticamente sobre su cara su abultado fardo, sin dejar de menearse sexosamente. Yazmín se ruborizaba, aunque también reía.
«Se ve que lo está gozando», se dijo a sí mismo Álvaro quien, discretamente, sacó su celular y comenzó a grabar a su antigua compañera en la comprometedora situación. El plan iba muy bien, según creía.
Roberto hizo que aquella se levantara y la cargó con pleno dominio. Se veía que no le costaba ...