1. Mis odiosas hijastras (10)


    Fecha: 08/07/2024, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... hacer hilachas por la presión que recibían desde adentro.
    
    Entonces escuchamos que alguien golpeaba la puerta. Supuse que era Sami, aunque Agos podría haber vuelto sin que la hubiéramos escuchado. En esos minutos en el baño había bajado la guardia nuevamente. Miré a Valen, que parecía tan contrariada como yo. Pareció a punto de decir algo, pero antes de que pudiera abrir la boca, la puerta se abrió.
    
    La pequeña silueta de Samanta apareció en el umbral de la perta. Aún vestía su pijama, aunque no se había puesto la capucha. Nos miró con seriedad, pero sobre todo, con decepción. Aunque no parecía sorprendida. Y eso que la imagen que tenía delante era muy llamativa. Mi erección nuevamente quedó expuesta ante la más pequeña de mis hijastras, y detrás de mí, Valu aparecía con una remera y una bombacha como únicas prendas.
    
    —¿Cogieron? —preguntó, con una frontalidad que no me hubiese esperado de ella—. Se supone que no tenías que hacerlo —dijo. Pero no me hablaba a mí, sino a su hermana—. Mami se va a enojar.
    
    —No cogimos —dijo Valu—. El señor supo contenerse.
    
    No era estrictamente una mentira. Pero me sorprendía que no le dijera que, si bien no la había penetrado, sí le había hecho otras cosas. Pero supuse que tarde o temprano todas se enterarían de todo. ¿O sería que entre ellas también tenían sus secretos? Fuera cual fuera la respuesta, ya no estaba dispuesto a seguir con esos juegos.
    
    —Es hora de que hablemos —dije—. Basta de juegos. Las espero a las dos ...
    ... abajo.
    
    Mientras decía esto, traté de sonar duro, pero le dediqué a Sami una mirada que no reflejaba ningún tipo de rencor. La verdad es que no estaba enojado con ella. Aunque estuve a punto de pisar el palito cuando fui a llevarle el desayuno, ella misma se había encargado de evitar que continuara por ese camino. Ahora me preguntaba si lo había hecho de manera premeditada, o si aquella mirada que me heló el corazón y me hizo huir le salió de manera espontánea, al ver que estuve a un paso de correrle la bombacha a un lado para descubrir el manjar que escondía. Pero cualquiera que fuera la respuesta me hacía sentir un profundo agradecimiento hacia ella.
    
    Las dejé solas en la habitación. Pero me quedé unos segundos detrás de la puerta. Las oí discutiendo. Sami le preguntaba que qué había pasado realmente. Valu le respondía que había ido a su cuarto, justo cuando terminaba de bañarse y había intentado tener sexo con ella, pero cuando se negó di marcha atrás. En efecto, las mocosas se ocultaban cosas entre ellas. ¿La petera anónima había actuado por su cuenta en aquel momento? Me fui de ahí, para no exponerme.
    
    Para mi desgracia la luz no había regresado, no solo en mi casa, sino en todo el barrio. El día se tornó mucho más oscuro, y a lo lejos se veía la tormenta que no tardaría en caer. Pasaban los minutos y las chicas no bajaban. Daba igual, no iban a poder escaparse a ningún lado. Tarde o temprano tendrían que dar la cara. Una vez que hablara con ellas, iría al centro a algún ...