Mi hijastra me pidió que la volviera mi mujer
Fecha: 23/10/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Vitor, Fuente: CuentoRelatos
... clítoris y el orificio de su vagina. Ella maullaba cada vez que mi pene se frotaba en su rajita. Por fin me decidí hacerla mía. Me recliné con el pene en mi mano dirigiéndolo hacia su vagina, pronto encontré la oposición de su himen, empujé otro poco más fuerte y zas! Sentí como se rompía su telita, mi gordo glande penetró su cavidad y por la lubricación interna se metió hasta casi la mitad de mi verga. Ella me arañó los brazos y luego comenzó como a chillar, eso me dio temor, pero era la sensación de dolor con placer que la embargaba.
Luego le dije que se relajara, le besé la boca y los labios, ella reaccionó igual, nos fundimos en un rico beso de lenguas y de ese modo volví a sacar y empujar mi verga en su interior, se la deslicé a las tres cuartas partes de mi falo, ella soltó mis labios para gemir y decirme, “Así, asii, ohh ohh” y se tapaba la boca con una mano. Seguí bombeándosela lentamente, para que se acostumbrara a tenerla adentro. La nenita ponía en ocasiones sus ojos en blanco, señal de que estaba casi en su clímax. Como estaba gimiendo y no atendía mi boca, le lamí el cuello y fui bajando con dificultad hasta sus senos, los besé, los lamí y luego envolví sus pezones con mis labios húmedos, los apreté por turnos, en esos momentos Anabella se quejaba como si estuviera sufriendo un martirio, mis movimientos pélvicos fueron aumentando, el mete-saca era ahora con mayor velocidad. De pronto siento sus uñas de nuevo incrustarse en mis costados y espalda, luego una ...
... pequeña corriente de líquidos vaginales comenzó a bajar de su panochita.
–ayy no, ya no, ya no! -me decía envuelta en su orgasmo.
Se la saqué y le comencé a besar el sudor de la frente, luego ella misma me jaló a sus labios, nos besamos con pasión. No puedo negar que yo estaba también súper excitado y que solo la experiencia me contenía en seguirla cogiendo sin cesar. Ahora me puse boca arriba en la cama, me la jale para ponerla nuevamente durísima, pero pude ver un poco de sangre mezclada con sus jugos vaginales y mi semen alrededor de mi verga, no le dije nada por no asustarla, además eso me impidió pedirle que me la mamara previo a cogerla de nuevo. Anabella se subió sobre mi miembro viril y ayudada por mi, se la volví a meter en su rajita.
–Muévete lento y rápido por turnos! -le dije, esperando que comprendiera.
Anabella se movió sobre mi incrustándosela toda, sus movimientos fueron demasiados lentos, pero comprendí que estaba experimentando y debía dejarla que lo hiciera. Ella misma fue acelerando y moviendo su pelvis para acomodarse mi verga en su rajita de varias formas. Poco a poco ella fue manipulando la follada para llegar a un seguro orgasmo, el cual fue largo, Anabella se derrumbó sobre mi pecho aún con mi falo duro en su coñito.
Anabella se notaba cansada de la cabalgada que me había dado. Me quité de abajo y ella se quedó sobre la cama en posición boca abajo, contemplé su lindo trasero, se veía delicioso, paradito, terso y con la rajita abierta. Me ...