-
Infiel por mi culpa. Puta por obligación (6)
Fecha: 18/08/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... traición hacia mí, le estamos endilgando un tormento que no tiene por qué vivir. Sin embargo los dos sabemos que la única solución posible es que conciliemos una custodia compartida. Que permitas verme con mi hijo allá o aquí. Unos días cada mes. No pienso arrebatarlo de tus brazos, como te ha hecho pensar tu tía y ese estúpido abogado, acusándome de querer secuestrarlo, solo porque lo llevé conmigo ese fin de semana sin consultártelo. ¡Tan solo me despedía! —Mariana me observa aun de pie y asiente con su cabeza, más no sonríe. Bebe de su cerveza, un trago. Quizás no es la respuesta que esperaba escuchar. —Hummm, sobre eso pues que te puedo decir. Fui una idiota al dejarme convencer por ella y al ver que no regresabas con mi hijo a la casa, enloquecida le pedí consejos y en vez de asumir la responsabilidad por mis faltas, avergonzada por quedar ante mi familia como la puta que era, sin decirle a ella la verdad, por el contrario te culpé por todo. Acepté tontamente sus recomendaciones. Debía alejarme de ti y no dejarte ver más a Mateo. ¡Otra más de mis cagadas! En verdad lo lamento mi vida. Como ves, es mi deber pedir de ti, más de un perdón. —Lo increíble Melissa, es que la única que cambió en este tiempo fuiste tú y aun así, quisiste hacerme ver ante tu familia como un desalmado secuestrador. ¡De mi propio hijo! No lo esperaba de ti. —Cegada por tu actitud distante y ese silencio eterno, fui culpándote sin justa razón, sin decírtelo a la cara. Evitándome a todas ...
... horas, no era la solución a nuestros problemas, Camilo. En un principio pensé que te faltaba valor, negándote a enfrentarme, pelearnos, discutirme o insultarnos. ¡Lo normal! Luego entendí que con tu mutismo, tan solo protegías lo poco bueno que quedaba de mí, dentro de ti. —Yo... Quise decirte muchas cosas Melissa, pero… –le respondo sin mirarla, avergonzado de lo que llegué a pensar de ella–… Pero ninguna de esas palabras, eran buenas para la mujer que amé. ¿Gritarte? Ya no era necesario. «Después del ojo afuera, ya no hay Santa Lucia que valga» ¿No crees? —Doy un sorbo pero no me sabe a bueno. Necesito algo más intenso, que le cause ardor a mi garganta, antes de concluir mi respuesta. ¡Un «guarito» podría ser! Me dirijo hasta el mesón y del lavavajillas tomo dos copas 10°, alargados tubos de un cristal inclinado, obsequio de la pareja alemana a la cuarta o quinta noche de arribar aquí. Mariana también lo desea y se coloca al otro costado del mesón. La conozco. Nos conocemos muy bien. Casi las reboso de aguardiente, como acostumbra a decir ella… «Uno doble con cara de triple». Y deslizo una, hasta colocarla en frente suyo. Sin brindis como acordamos, cada uno bebe sin asco de la suya, hasta vaciar el fondo. — ¡Buaghhh! ¡Brrrrr! Juemadre si quema. Exclama Mariana arrugando los labios de su boca y achinando los ojos. —Sí señora, el primero casi siempre entra en reversa. —Llenando de nuevo las copas para continuar, comparto su opinión. — ¿Golpearte? —Y ahora si ...