Infiel por mi culpa. Puta por obligación (6)
Fecha: 18/08/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... ronca como tú? —Me responde intrigado y yo me llevo el dedo índice a los labios para silenciarlo, pero ya es tarde. Mariana me mira, –sonriente triunfadora– pues ya me lo había asegurado y yo no le creía.
— ¡Carambas, pequeñín! Que yo nunca ronca. Solo pensaba en voz alta. Ehmm, mejor diles que ayer fuimos a comer pizza y jugaste en los carritos chocones con mi Natasha. —Interviene nuestra vecina para aclarar aquella eventualidad, pretendiendo detener nuestras risas.
—Mi bebé, recuerda que tienes unos deberes que terminar para el colegio. Pídele por favor a Naty que te ayude con eso. ¿Vale? —Y es que mi hijo dentro de unos días deberá presentar un dibujo de su animal favorito. Yo le ayudé un poco antes de viajar, y ahora quiere de mascota un patico amarillo que vio en una granja, durante el último paseo junto a mi amiga Iryna y su hija Natasha.
— ¿Papito me puedes comprar colores? Los míos no colorean bonito como los de mamá. —Claro que sí campeón, yo te los compro para que pintes todo igual de hermoso como lo hace tu madre. Y le lanzo otro beso, frente a la pantalla. Lo veo saltar de alegría y a Mariana, llevar el dorso de su mano a sus ojos para quitarse de encima algunas lágrimas.
—Y ahora hijo debo dejarte, tengo que seguir con el trabajo. —Me despido de mi Mateo, moviendo mi mano izquierda como si fuese un ringlete.
— ¡Que te vaya bien papito! —Me desea Mateo, y yo recibo de mi pequeño estas palabras ya tan conocidas y tan extrañadas. No puedo… Miro ...
... hacia otro lado de la pantalla. ¡Se me escapan mil lágrimas!
— ¿Mamita? —Dime hijo. —Recuerda tu promesa. Debes traer a mi papito agarrado de una oveja. — ¡Jajaja! Por supuesto, mi bebé. Yo te lo llevaré de una oreja. Te amo, recuérdalo. Ahh y Mateo compórtate con tu tía Iryna y por supuesto con Naty. ¡O de lo contrario no comerás gomitas!
—Amiguis, muchas gracias. Te debo una. —Y ya está el rostro enfocado de nuestra vecina, en lugar de la pequeña figura de mi Mateo.
—No es nada preciosa. Lo cuidaremos bien. Vayan ahora y hablen toda la cosa. Espera verlos pronta… Juntos. ¿Me oyes tú?... ¡Vecina ingrrata! Un beso para los dos. — ¡Gracias por todo, mi monita encendida! Yo también te quiero. Muakk. Le respondo y antes de que me sermonee, con una sensación de amargura doy por concluida la videollamada.
— ¡Pufff! Bueno Melissa ahora sí. Al mal paso, darle prisa. —Ella no me mira de inmediato, por el contrario sigue con la humedad anillando sus párpados, observando hacia la piscina. Se fija en los dos hombres que se acomodan desnudos, en las asoleadoras de ratán.
—Johann se llama el rubio y Nikolaus, el rapado. Son los últimos huéspedes, aunque llegaron primero que los demás. William los conoció en Bonaire, cuando estuvo encargado de hacer un reemplazo en el banco y de regreso se trajo consigo a estos alemanes. —Sacio la curiosidad y Mariana asombrada, los observa con detenimiento.
— ¡Pero están desnudos! ¿Ahora permites hacer nudismo? ¿De cuándo acá cambiaron las ...