Mi año sabático (3 - final)
Fecha: 19/08/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: RolandDeschain, Fuente: CuentoRelatos
... y calentura - Con tus dedos espárcelo por todo el contorno y también en el interior.
siguiendo sus indicaciones tome mi dedo medio y fui rodeando la entrada de su culo. Acariciando cada estría de piel que formaba los bordes del agujero. Cuando lo sentí bien lubricado, Con mi dedo fui reuniendo el exceso de líquido que quedaba en toda su zona y lo acumulé en orificio abierto. Entonces introduje mi dedo, primero la punta, poco mas que la yema. y luego un poco más hasta llegar a la primera falange. Un gemido se le escapó a Rebeca en ese punto.
Yo: Estás bien? te hice daño?
Rebeca: No, Estoy bien, Sigue, sigue por favor - dijo, apenas controlando sus gemidos - Mételo más, y después otro dedo más
Nunca había escuchado a mi amiga hablar con esa voz. Con voz de perra en celo. Continué introduciendo mi dedo como me lo pedía. En un movimiento de entra y sale. Pero por cada centímetro que retrocedía, avanzaba tres. Y cada uno era acompañado con otro gemido de Rebeca. Cuando todo mi dedo estaba dentro. lo extraje completamente y de un solo empujón lo volví a introducir, pero esta vez acompañado por mi dedo indice. Eso la sorprendió y soltó un largo grito entre dolor y gusto. Pero esta vez no paré ni le dije nada. Me gustaba la sensación que me dada todo esto. No lo pude controlar y mientras continuaba con la estimulación con mis dedos en su culo, tomé mi verga, que volvía a estar tiesa como el acero y penetré su encharcada vagina.
Rebeca: oooh!! - el grito de gusto por la ...
... doble penetración de sus agujeros llenó toda su habitación.
Mi amiga se derrumbó sobre la cama, dejando su culo en pompa, completamente a mi disposición. Quise seguir penetrando su concha, pero con una fuerza que creía inexistente me detuvo.
Rebeca: No, por ahí no. Lo quiero en mi culo, ya. - lo dijo de una forma que estaba a medio camino entre la orden y el ruego.
No me puede resistir. Saque mi verga de su húmeda vagina y con mi mano dirigí la punta de mi pene a la entrada de su dilatado ano. Estaba rojo y brillante por el lubricante. Apoyé mi glande en su orificio y poco a poco fu introduciéndome en ella, a través de un camino nuevo para mi. Un gemido bestial y delicioso me avisó que la punta de mi verga había entrado por completo. Me detuve un momento para saborearlo. Para sentir la exquisita presión de su ano sobre mi glande. Escuchaba la respiración de mi amiga, agitada y entrecortada.
Fue Rebeca que reanudó mi trabajo. Inesperadamente, comenzó a presionar sus nalgas contra mi, haciendo que mi verga penetrara aún mas en su interior. Antes de darme cuenta, tenía ya la mitad de mi miembro dentro de su culo. Fue entonces cuando el ansia animal volvió y de un solo empujón terminé de introducir mi verga. Rebeca pegó ahora si un grito de dolor. Pero al contrario de asustarme, eso me excitó más.
Presionando su cabeza contra el colchón con mi mano, inicie un frenético movimiento de bombeo. Sentía como su estrecho culo se iba abriendo con la entrada y salida de mi ...