Un singular aniversario de matrimonio
Fecha: 29/08/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... conciencia el pensar en Lalo...
Yo: entiendo... pero la insto a recordar las palabras que él mismo le dijo... recuerdo usted me contó que le dijo que hiciera lo que quisiera o no..?
Sra.: si... y conozco a Lalo... no me juzgará por lo que decida hacer...
Yo: entonces se atreve???
Sra.: qué más da!!! Soy toda tuya, Joaquín… y no me digas más señora… mi nombre es Sandra.
Yo: -en cuanto aceptó, me desvestí prontamente. una vez desnudo le dije,- entonces, señora mía… tenga la amabilidad de quedar apoyada en sus rodillas y manos por favor…
Sra.: qué???
Yo: que te pongas en 4 patas, Sandra… eso… -de pie a su lado, tocándole pechos, coño, clítoris y ano, ávidamente- ahora… usted elige… prefieres la verga en la boca o en el coño…
Sra.: en el coño, pendejo… no se la chupo ni a mi marido… no me gusta…
Yo: ok... te gusta que te follen de manera suave o con rudeza?
Sandra: Lalo nunca me la ha hecho con rudeza... no puedo contestar por ignorancia...
Yo: eso lo podemos solucionar, señora...
Sandra: deja de decirme señora… ya te lo dije… me llamo Sandra… y… ahhh!!! Que grande tienes la verga… ay!!! Despacio… para que se acostumbre… ay!!! Déjalo ahí… eso… ahhhh… ay!!! No tan adentro que me duele… ay!!! Qué te acabo de… ay!!!
Yo: shuuu!!! Calladita se ve más bonita… mejor tócate el clítoris tú misma… hazme caso… eso… ves como deja de doler y empieza a gustarte… eso, frótalo con ganas mira que ahora te voy a dar la follada de tu vida, ...
... Sandrita…
III
Tomándola de las caderas, follamos como locos desde la primera embestida. Al comienzo el dolor y el placer lucharon palmo a palmo por la supremacía en las sensaciones que dominaban a Sandra, sin embargo, al poco, una serie de temblores involuntarios denotaban el intenso orgasmo que le invadía todas sus terminales nerviosas receptoras del placer.
Detuve por unos segundos el mete y saca, solo para reiniciarlo con más ímpetu. Los destemplados aullidos de Sandra llenaban toda la habitación. De pronto, comenzó a vociferar órdenes que la follara más duro, más fuerte, más profundo. Repetía una y otra vez, así, más duro, eso y otras expresiones de más alto calibre. Al sentir que estaba por acabar, aumenté el ritmo de la follada, lo que no pasó desapercibido para Sandra, quien se dio vuelta, señalando en voz alta, -quiero que acabes dentro de mí… escuchaste… adentro, por favor…- y así lo hice casi un minuto después.
Luego, de casi un minuto, descendí de la camilla, aun caliente. Di la vuelta hasta quedar de frente a Sandra. Ella, al notar mi verga de nuevo erecta, sonrió. –Quieres más, parece…- En un tono divertido, señaló. Mi respuesta fue el ofrecerle la mano. Al tomarla, se dejó dirigir hasta el albo lecho donde por iniciativa propia, subió, estirando de lado su cuerpo casi al centro de la cama.
Yo: mira lo que tú y tu cuerpo me producen… eres la mujer más excitante que he conocido… quieres saber si puedes sentir aún más, me preguntabas... me atrevo a apostar que la ...