Sobre ruedas (capítulo once)
Fecha: 01/09/2024,
Categorías:
Gays
Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... contracciones. William apagó la fosforera y empezó a mamarme el culo.- ¡Ves lo rico que es, si es un chocho… y te lo puedes singar cuántas veces quieras!
William sabe cómo hacer las cosas y cómo poner a todos a jugar lo que él desea, no pasó un rato cuando el tipo le dijo que quería singarme de nuevo. William había logrado lo que deseaba, le dio paso, se subió el pantalón y nos dejó solos con el pretexto de que regresaría pero sabía que no iba a regresar. El tipo, porque a esas alturas ni sabía cómo rayos se llamaba, estuvo un rato singando a lo bestia, hasta que le dije que aguantara un poco, que más despacio que aquello era para gozar los dos. Para sorpresa se dejó guiar, yo le decía cómo hacer, qué hacer y los dos gozamos mucho, cuando se vino, le dije que se quedara dentro, que no la sacara. Empecé a mastúrbame hasta que me vine, él comprendió que tenía que moverse para darme placer. Había comprendido todo muy bien. Me vestí y lo miré a la cara.
-¡Pues para no ser bujarrón, coges culo muy bien!
No respondió, quizá sintió pena o vergüenza, estaba muy ocupado en vestirse y limpiarse. Yo me le acerqué y cogí su pinga, se la acaricié.
-Te la he dejado limpia, ¿pero si quieres te la limpio más?
Sin esperar la respuesta, me arrodillé delante de él y empecé a darle lametones. Para dejarle la pinga brillante. Vi que le gustó aquel gesto mío. Cuando me iba me dijo que quería hablar conmigo.
-¡Oye!...
-¿Dime…?
-¿Cuándo nos vemos?
-Cuando quieras… me ...
... gusta que me singuen y a ti singar…
-Es la primera vez que lo hago…, aunque me atraía, pero es la primera vez… -se me tiró encima y me abrazó.
-Pues, hombre, espero que te haya gustado…
-¡Sí, sí, papi, sí…, pero no sé qué hacer ahora…
-Pues nada, todo sigue igual.
-Estoy casado, tengo dos niñas…, no estoy en esto pero creo que si lo he probado, no voy a poder detenerme…me gustas…- aquello era una confesión, además de aquel hombre rudo había pasado a un tipo tembloroso y pasional- quiero tenerte, quiero tenerte.
-¡Bueno, podemos encontrarnos mañana o pasado!
-¡Sí!- su respuesta parecía la de un niño que va a recibir un juguete ansiado, me dio un beso, un beso apurado e ingenuo.
Yo me disponía a irme, cuando me retuvo.
-¡Ven acá, no me has dicho dónde nos vemos!
-Pues aquí o en el parque…
-A las nueve, en el parque… te voy a esperar… pero ven aquí, acércate.
Me acerqué, me abrazó y besó la nuca.
-Déjame, déjame… - me decía mientras con una mano me abrazaba y la otra me acariciaba las nalgas. Yo le toqué por encima del pantalón y noté que tenía la pinga más dura que al principio.
-¡Oye que acabamos de singar!
-¡Mira cómo estoy…, mira! – me dijo sacando de nuevo su sexo- ¡Déjame aunque sea ponértela entre las nalgas!
Me le acerqué, ensalivé su pinga, y me volví bajando mis pantalones y agarrando su pinga la puse en mi ojete que ya estaba dilatado por tanta pinga anterior.
-¡Bueno, la última por hoy y nos vamos!- le dije.
Él dejó ...