Nuevas experiencias en mi haber
Fecha: 01/09/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Ishtar, Fuente: CuentoRelatos
... cuidando de no enjabonarme la panocha. Vamos a misa y a comer con los parientes. Regresamos a casa y después de merendar nos metemos a la cama. “Este lunes quiero pasarla aquí”, le digo acostada y desnuda, extendiendo los brazos para que me cubra. “A ver si me aguantas el paso”, dice presuntuosamente, pero sabedor de que me saca muchos orgasmos antes de que él se descargue en mí.
Al despertar, después de darme los buenos días y cabalgarlo hasta el desmayo, volvemos a dormir. Me levanto a mediodía para hacer unos bocadillos y llevarlos a la recámara, acompañados de una botella de vino francés. Prendo la pantalla y coloco un DVD pornográfico “Lo pedí prestado para ver qué aprendemos”, le digo y, en cuanto comienza la acción, se le para la verga.
–¡Esto se está poniendo bueno! –exclamo moviéndole el palote a Gerardo –. A ver cuántas posturas no hemos hecho.
–Seguramente todas ya las hemos recorrido, me contesta poniéndose a chupar mi pecho y acariciar mi cuca. ¡También ya estás caliente, como la de la película! –me dice moviendo los dedos en mi raja mojada.
–¡Esa quiero! –le digo cuando el galán se pone a chuparle la vagina a la señora– ¡Mira cómo hace gozar a su amada! –le indico para llamar la atención a la doña con cara de puta calentísima, quien se mueve tratando de alcanzar el pene erecto del caballero, quien, sin soltar la boca de los cuatro labios de ella, concede acomodándose en un “69” –Sí, así, mi amor, quiero así. Gerardo se queda atento, pero sólo me ...
... besa la panza y baja a darme otro beso en el pelambre.
Me penetra en tanto que mis ojos no se apartan de la pantalla y entiendo lo que menciona Mar: “Me caliento pensando en lo que la lengua de mi amante hará con esta ordeña” y en la pantalla me parece ver a José y a mí degustándonos. Mi venida es apabulladora.
–¿Ves que no es necesario, mi amor? Te vienes muy bien así, con esta verga adentro… –dice mi marido, y yo tiemblo disfrutando cómo navega su mástil dentro de mi ser…
–Sí –le respondo quedándome quieta por el sopor.
Los mimos continúan después de que vimos la película y descansamos acariciándonos mutuamente. Vuelvo a levantarme para hacer unos emparedados y llevar otra botella de vino.
Más tarde, después de otra cogida, me pongo de rodillas sobre la cama y le escurro el pene con la mano, lamo mis dedos. “Sabe rico, pruébalo aquí abajo” le digo acercándole mi panocha a la cara.
–¡Qué cochina! –exclama y yo me río, pero me abstengo de mamarle la verga flácida y húmeda.
Me sirvo lo que queda de vino y me lo tomo. “Ya mi limpié la boca”, le digo y le doy un beso que corresponde después de titubear un poco. En la noche, cuando ya vamos a dormir, me vuelve a besar el triángulo, que tiene pegados varios de los pelos con la mixtura de nuestro amor.
–De veras, ¿ya lo has hecho así? –me pregunta algo compungido.
–No me vayas a salir celoso, ya sabes que no fuiste el primero, ni yo la primera para ti –le digo seriamente y lo invito a ponerse de pie sobre la ...