Doña Gadea
Fecha: 12/09/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Rosa1972, Fuente: CuentoRelatos
... un bombón de veinte. Bueno... y cosas así.
-Y no será que no negaste nada porque en el fondo estás encantada de que lo sepa.
-¿Bueno y si es así que? Me gustas y te quiero, me morí de celos cuando te vi con la hija de la farmacéutica, la hubiese...
Gadea se sentía traicionada por mí, me había contado infinidad de intimidades, y para ella está era una más, y a cambio solo recibía mi enfado.
-Gadea, sabes que yo te quiero mucho y por eso me da miedo que esa mujer pueda contarle lo nuestro a alguien. Tú sabes como es este pueblo, yo tendría que irme y tú, ¿qué harías tu? en cuanto tú marido, tus suegros y tus padres se enterasen.
-¿Pero, tú crees que mi hermana sería capaz de hacer algo así?
-Gadea, quizás no conscientemente, pero con que se lo cuente a una sola persona de su confianza, esa persona se lo contará a otra en la que también confía y en una semana lo sabrá todo el pueblo.
Cenamos en silencio, yo pensé que nos estaba bien empleado por el jueguecito que nos traíamos con Elena. Al terminar Gadea propuso que, al día siguiente, intentaría que el tema surgiese de nuevo con su hermana y, sin darle importancia, lo negaría todo.
Yo me quedé en mi casa el sábado, estaba bastante enfadada. A eso de las seis de la tarde hablé con Gadea a través del patio, pensando que ya no vendría, y me dijo que llegaría en un rato. Yo intentaba disimular mi enfadado y aburrimiento. Encima se puso a llover y se chafaron los planes que teníamos para ir con el niño a la ...
... playa al día siguiente.
Por fin la oí llamar a la puerta de Gadea, miré por la mirilla y vi que entraba. Intenté escuchar a través del tabique del salón, pero no se oía nada.
En apenas veinte minutos se fue y en cuanto oímos cerrar el portal del edificio crucé el descansillo y busqué en la cara de Gadea una expresión que me dijese que todo había ido bien. No había expresión alguna.
- Qué tal?
-Quiere acostarse contigo.
-Cómo?
-Bueno, ni siquiera ha dicho acostarse, ha dicho echarte un buen polvo y quitarse las ganas de hembra que tiene. ¡Que vulgar!
-Pero no ibas a decirle que todo era producto de un mal entendido y de lo cachonda que estabas?
-Rosa, que quieres, debo llevar escrito en la cara que estoy loca por ti, no he podido.
-Y qué le has dicho?
-Va a decirle a su marido que quiere cenar conmigo, que hace mucho tiempo que no hablamos y que se quedará a dormir aquí.
-Pero tú no eras la que se moría de celos solo de imaginarme con otra mujer?
-No es lo mismo, es mi hermana.
-Y si no acepto? ¿Crees que tomará represalias?
-Rosa, pero si lo estás deseando. Se te caen los ojos mirándole el culo.
Ahí me había golpeado fuerte, yo me había puesto demasiado digna. El blanco pálido de su cara llegó a ser rojo y al final de la conversación recuperaba su color habitual. Yo no sabía qué hacer, estaba excitadísima y preocupada a la vez.
-Rosa, el mejor modo de asegurarnos su discreción es acostándote con ella.
-Y dónde? Me la llevo a mi ...