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El hijo de mi vecino me hizo click
Fecha: 18/09/2024, Categorías: Infidelidad Autor: JesyPanty, Fuente: CuentoRelatos
... camino. Nos aseamos como pudimos antes de acostarnos, Martín me prestó una de sus poleras, que me quedó como camisón. Y abajo me quedé con mi ropa interior y las pantimedias. Al tirarme a la colchoneta, me hice la adolorida de las piernas. Martín no dudó en ofrecerse para esos masajes que ya hemos probado años atrás. Pero esta vez estábamos solos, mareados, a media luz y lejos de cualquier parte. Martín se posiciona a mis pies y me pone boca abajo, y sobre las pantys empieza a tocarme, suavemente desde las plantas. Yo de apoco me fui abriendo, a medida que los masajes iban subiendo. Martín ya estaba solo con su short de baño. Y yo caliente al máximo. Cuando Martín llega a mis muslos, me sube la polera hasta la cintura y llega con sus masajes hasta mis caderas. No dije nada, pero me recorrió miles de corrientes en todo el cuerpo. Cuando llega a mi concha me abro de piernas y le doy todo. Me solté completamente. Antes que me moviera, Martín me empieza a amasar mis nalgas con ambas manos. Mi concha estaba a mil pálpitos por segundo, y totalmente mojada, traspasaba ya las pantysmedias. Ahí no aguanté más y me di vueltas, quedamos mirándonos y me dice “Tía, perdone, no lo quería hacer”. Y antes que terminara le digo: - No te preocupes, que yo igual quiero. Y si tú no quieres está bien, me dejas a mi hacerlo todo. Pero de aquí no salgo sin probarte. Y me voy en picada a su verga, que hace rato estaba que reventaba. Realmente estaba más grande que en las ...
... fotos. Le saqué todo su short y lo dejé en pelotita, y para mi solita. Después de manosearlo bien y pasármelo por mis tetas, me lo eché a la boca. Ahí escuché la mejor pronunciación de mi apodo “Tía”, “tia”, “tía, que rico”. Luego me pongo en 4 y le digo que me baje las pantimedias, y al verme con todo el culo parado, y toda mi concha brillante, me toca delicadamente y mete solo un dedo. Y me pide si puede besármela. Yo le digo que después será. Lo tiré a la colchoneta boca arriba y empecé a cabalgarle bien marcada. Mientras le tomaba sus manos y me las llevaba a mis tetas. Cuando estábamos en esa, me dice “Tía, déjeme ponerme el preservativo, no quiero otro hijo”. Y a mí me salió lo de mami: - “Martincito, no te preocupes, no me gustan esas cosas. Tú solo disfrútame”. Y así fue toda la noche. A ratos dormitábamos, pero era siempre Martín quién despertaba primero y me movía como si fuese ya mi marido. Varias veces fui despertada por él, tocándome mis partes o llevando mis manos a su verga. Cuando ya empezaban a cantar los pajaritos, Martín me tenía clavada por atrás, o desde atrás, tipo cucharita. Y me dice: - Tía, me dijo que me dejaría besarle su rica conchita. Me deja, si? Yo le pregunté si sabía hacer el “69”. Y entonces nos pusimos en pose. Lo dejé que zaceara toda su curiosidad y su sed juvenil, lo hizo mejor que en esas películas triple X. Hasta que él me mueve, me da vueltas y me pone en 4, me vuelve a besar unos cuantos minutos más, con todas ...