La vida es un carrusel (capítulo dieciséis)
Fecha: 19/09/2024,
Categorías:
Gays
Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... tres desnudos en la cama. Miguel tenía una pinga descomunal, gorda y larga, tamaños que a veces no se encontraban en un mismo ser. La de Berto, pues quedaba en desventaja aunque él estaba bien dotado.
- ¡Caballeros, vamos a hacer una cosa! - propuso Miguel. - Como yo estoy que reviento ya, mejor que me mame la pinga y me saque la leche.
- ¡Nos vas a sacar la leche mamando ahora, nene! - me dijo Berto agarrando mi cara para que empezara a mamar.
Así fue, empecé mamando la pinga de Berto pero como no se venía, dejó el sitio a Miguel alegando que no se podía venir así que se iba a encargar de mi culo. Miguel gozaba metiendo su pinga hasta atrás y sacándola provocándome arqueadas. Berto ensalivó y metió el primer empujón que me hizo retorcerme porque no me sentía bien. Pero el ver el dolor que me provocaba le animaba más, se veía más macho en ello. Hubiera gritado pero tenía la pinga de Miguel hasta la misma garganta.
- ¡Ya ves, mariconcito, que estás ensartado y bien ensartado! - comentó Miguel.
- ¡Eso es lo que le gusta! - agregó Berto.
Yo disfrutaba, disfrutaba por partida doble, además por tener a dos machos que me daban placer. Berto singaba como una máquina y Miguel gozaba metiendo tu pinga en mi boca hasta los cojones, se deleitaba haciéndolo, la metía despacio y ya cuando estaba adentro, no la sacaba se quedaba quieto provocando cierta asfixia, la sacaba igual de despacio, mojada de saliva. Al rato se vino, sentí el chorro caliente de semen, yo mismo ...
... le sujeté para que no sacara la pinga de mi boca.
- ¡Oye, mira cómo me agarra para coger su lechita! - se sorprendió Miguel.
Seguía con la pinga dura, Berto le dejó el sitio para que me singara. Costó trabajo pero la metió jadeando y comentando lo que sentía. Me tiró en la cama y comenzó a singarme sin compasión, a lo bestia, a lo guajiro.
- ¡Macho, pero mira cómo goza recibiendo pinga! - su sorpresa aumentaba.
- Ya te lo dije..., este es de los buenos, de los que les gusta singar.
Siguió sin detenerse, ya me parecía una eternidad, hasta que se vino dando jadeos que quizá lo escuchó todo el vecindario.
- ¡Nene, sabes que me toca a mí ahora!- me dijo Berto acercándose.
- Sí, papo, estoy esperando por tu leche...
Me acosté sobre mis espaldas sujetando mis piernas para que Barto viera bien mi culo recién singado y lleno de leche. Así me singó duro, a su antojo, hasta que se vino llenando mi ojete de más semen. Quedamos acostados los tres en la cama, sudados y contentos.
- ¡Oye, se ha quedado con la leche adentro!
- ¡Pues, hombre, claro... que para eso es maricón! - le explicó Berto - ¿Verdad, nene, que eres maricón?
- ¡Sí, sí, mi culo está lleno de leche de mis machos!
- ¿Has dicho “de mis machos”? - me preguntó Miguel.
- Lo has oído bien, ahora somos sus machos... - le repitió Berto.
-¿De verdad que te ha gustado?¿Quieres convertirte en nuestra jeva?- preguntó Miguel.
- ¿Qué tú crees? - le dijo Berto
- Lo será mientras le demos lo ...