1. La vida es un carrusel (capítulo dieciséis)


    Fecha: 19/09/2024, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    ... niño, lo sé, pero tú eres más joven que yo y estás acostumbrado a que te den caña. Lo sé, cuando te conocí lo sabía y bueno, yo te lo busco y te lo traigo aquí a nuestra casa.
    
    Vino su amigo que se presentó como Berto, era un tipo rudo, con barba y pelo muy rizado. Me apretó la mano fuerte a lo macho mientras me miraba fijamente.
    
    - ¡Oye, asere, pues no parece tan maricón como me dijiste! - le comentó a Juanca a modo de introducción.
    
    - ¡Ya lo verás, no te preocupes que esta cosita rica sabe lo que hace! - le dijo Juanca abrazándome.
    
    Juanca puso la tele con la pelota, como estaba el campeonato pues era casi obligado en cada sitio, yo no seguía ese deporte, pero con él lo veía. Nada que nos sentamos los tres en el sofá a ver el juego, bebiendo cerveza y ellos dos fumando. Al rato Berto sin ningún disimulo y muy directo metió su mano por el pantalón en busca de mi culo, metió su dedo y se inclinó a mí oído para decirme.
    
    - ¿Sabes que te voy a dar pinga hasta que me canse?
    
    - ¡Oye, no me lo asustes! - salió en mi defensa Juanca. - ¡Bueno, no creas, que a mi niño le gusta que le den sus buenas tandas!
    
    Entre el manoseo y besos, me fueron desnudando porque Berto se quedó con los pantalones puestos, aunque con la pinga afuera.
    
    - ¡Mi nene, Berto quiere darte primero por culo! - me dijo Juanca - Como le había contado lo rico que lo tienes, pues ya sabes…, además es la visita.
    
    Yo muy obediente me puse a lo perrito para que el amiguete de Juanca materializara su ...
    ... deseo. Sentí como escupió mi culo y puso su pinga en mi ojete para empezar a empujar. Me la metió de un golpe, casi a secas, gemí, jadeé porque muy a pesar de la costumbre y el entrenamiento que tenía, aquella manera brusca pues dolía algo. Berto no se dio por enterado, cuando sintió que me había clavado su pinga hasta los cojones, empezó a singarme sin piedad alguna. Juanca miraba, se tocaba su pinga, se veía que gozaba de la escena. No sé cuánto tiempo estuvimos singando, al rato le dije que cambiáramos de pose. Me lanzó al sofá y continuó como si nada. Opté por quedarme quieto y dejarlo hacer, cuando se dio cuenta me dijo al oído.
    
    - ¡Así no me vas a sacar la leche!
    
    Comprendí lo que quería y era lo normal, comencé a moverme, a dar cintura para tratar de que Berto se sintiera el más macho del mundo. Volvía mi cabeza para tratar de mirarlo, con una mano tocaba mi culo y su pinga que se movía como una máquina. Me quejaba, gemía y le decía que me singara duro, que quería su leche.
    
    - ¡Eso es, mamita rica, ya ves cómo te tengo clavá! - me decía con vicio.- ¡Juanca, mira cómo le doy pinga a tu jeva!- remataba orgulloso.
    
    - ¡Papi, dame pinga, hazme tu puta! - le decía yo.
    
    - ¡Oye, brother!, ¿estás oyendo lo que me dice? - deteniéndose, me murmuró al oído - ¡Te vas a enviciar con esta morronga!¡Vas a pedirla a gritos! - Sacó su pinga rápido y me dijo - ¡Vamos, chupa ahora, maricón!
    
    Me dejó el culo ardiendo y con esa sensación de vacío al sacarla de pronto y sin aviso. ...
«12...678...12»