Una joven predicando llamó a mi puerta
Fecha: 29/09/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: MathewDream, Fuente: CuentoRelatos
... un lado de la cama mientras cerraba los ojos y se acariciaba y apretaba los pechos al tiempo que arqueaba su espalda y gemía con intensidad, como a punto de alcanzar un orgasmo impresionante. Por mi parte solo pude quedarme allí de pie, mirando, paralizado por no dar crédito a lo que estaba ocurriendo, hasta que abrió los ojos, me vio, y tras gritar y llamarme “pervertido asqueroso” mientras se cubría los pezones con el brazo, me lanzó todo lo que tenía al alcance: El libro primero y después su ropa interior.
Joder.
Me desperté temprano y me di una buena ducha para continuar con la revisión de mi historia.
La joven de cabello rubio se sentía hechizada por su amante que disfrutaba del poder que tenía sobre ella. Controlaba sus manos sujetándolas con firmeza, marcándole el compás al que quería que la tocara, que apretara sus pechos o deslizara sus dedos en su clítoris. Luego le empujó la cabeza hacia abajo para que se sentara con la espalda apoyada sobre la dura columna y le introdujo el pulgar en la boca para juguetear y humedecer su boca y parte de su rostro con su propia saliva.
–Venga, abre bien la boca y saca la lengua para mí. –Ordenó la mujer con pinta de ejecutiva con cierto aire de autoridad.
Y cuando su joven trofeo obedeció, se levantó la falda, abrió su sexo con sus dedos y se dispuso a rozarlo contra su ensalivada cara con irrefrenable deseo.
Aquello siempre fue la tónica general de esos encuentros. El ritmo siempre lo marcaba la empleadora que ...
... contrató a una precaria universitaria para limpiar su casa y cuidar de su hijo unas horas cuando quería marcharse de compras. A la empleada le serviría para ganarse un dinerillo y poder pagar sus estudios o ahorrar algo con lo que poder hacer un viaje de vez en cuando. Lo que no se esperaba ni por asomo es que acabaría fijándose demasiado en su jefa, haciendo evidentes sus miradas fantasiosas, captadas al instante por esa señora, clasista y estirada que se relamió cuando se dio cuenta que la tenía en su punto de mira.
La joven canguro no tardó mucho en caer y convertirse en su juguete sexual, además de empleada con horario a la carta. Siempre que la llamaba acudía y dejaba todos sus compromisos sociales, ilusionada por si habría un instante para besarla, acariciarla… disfrutar juntas de su atracción, e incluso, tal vez llegar a enamorarse y escapar las dos de la aburrida vida que tenían. Pero por desgracia nunca ocurría como en sus ingenuos anhelos. Aquella persona no la tocaría, ni la acariciaría. Como mucho habría besos para calentarse, con mucha lengua, saliva y algún insulto o menosprecio para disfrutar de su posición de poder, si venía a cuento. Al otro lado de la extraña pareja, no existía más una entrega en cuerpo y alma. Casi un sometimiento sin condiciones provocado por un irrefrenable deseo de lamerla, de saborearla, de masturbarla y ser la protagonista de sus momentos más placenteros. Aunque la joven empezaba a entender poco a poco que jamás le practicaría el ...