1. Una joven predicando llamó a mi puerta


    Fecha: 29/09/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: MathewDream, Fuente: CuentoRelatos

    ... no he podido dejar de pensarlo y me… me excita bastante. –Terminó su mini discurso con una mirada que no sabría si calificar de calenturienta o lastimera. Pero estaba claro que pretendía convencerme con ella.
    
    –Está bien, me iré a dar una vuelta y te dejaré la casa para ti un par de horas.
    
    –No, no, no, espera. Quiero que te quedes. Me sabe mal que te tengas que ir de tu propia casa. –Se giró para no mirarme a los ojos al decir lo próximo– Y me pone un poco saber que puedas estar escuchándome o pensando en lo que haga.
    
    Admito, que ese comentario consiguió que a mi cuerpo lo recorriera un cierto cosquilleo gustoso…
    
    –Vale, pero la verdad es que no pensé en esto cuando lo dije y ahora no se cual debería ser el procedimiento... –Le dije mientras abría la puerta de mi habitación.– Hay una cama de matrimonio con sábanas limpias, puedes cerrar la ventana o las cortinas según la luz que quieras… Hay también una mesita de noche con una lámpara para una iluminación menos natural… Y, emm… Da igual si sientes curiosidad de mirar en los cajones porque ahí prácticamente no guardo nada. Mi ropa está en ese armario de la esquina que esta medio vencido a un lado y ya parece la Torre de Pisa.
    
    Mientras le mostraba, sin atreverse a acceder del todo al cuarto, asomaba la cabeza con curiosidad y escuchaba mis indicaciones.
    
    –Y cómo ves, la puerta tiene cerrojo y se cierra por dentro. Oh, y ahí tienes un baño, por si necesitas papel o limpiarte por lo que sea… ya sabes. –Empezaba a ...
    ... sentirme como el enfermero de una clínica de donación de esperma.– ¿Crees que necesitas algo más?
    
    –¿Tienes algún relato de un chico y una chica? No es que no me gustara el de ayer o que tenga nada en contra de las relaciones entre mujeres, pero… es que a mí me excita más leer algo sobre un chico que lo haga con una chica y ponerme en el lugar de ella. –Dijo ligeramente cohibida mientras, debido a nuestra cercanía podía escuchar el latido acelerado de sus nervios.
    
    –Pero que no hagan nada extraño ni violento si puede ser… –Añadió con decidido tono aclaratorio.
    
    Y busqué entre mi colección de obras una que me pareció adecuada, le entregue el portátil y la dejé sola en mi cuarto, pensando después, que si resultaba ser una ladrona de ordenadores, esperaba que no le resultara fácil escaparse por la ventana de una tercera planta con el mío.
    
    Escuche un suspiro y el sonido del pestillo al otro lado. Luego la persiana y las cortinas, y un instante de silencio. El corazón se me aceleró a la espera de algo y mi mente, expectante, decidió que le apetecía dibujar imágenes de lo que iba a pasar ahí dentro en base a la información que mi sentido auditivo le fuera suministrando.
    
    ¿Por qué no me lo pensé bien antes de hacer aquella oferta?
    
    Pasó un rato y me pareció oír un siseo de ropa o sábanas. Mi oído parecía haber adquirido superpoderes y se centraba únicamente en captar algo, tanto que por un momento pensé que no estaba pasando tanto como yo me imaginaba que sucedía. Luego ...
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