El bautizo campestre (día 5): La prima de Elsa
Fecha: 30/09/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... asombrósamente tersa piel de la rubia prima.
Enrique, con su verga lista para la batalla, dirigió su mano derecha por la espalda de Elsa desde el nacimiento de la cola con parsimonia y sensualidad hasta donde la columna se une a la cabeza.
Elsa respondió arqueando la espalda, los pezones erguidos y la mirada fija en su prima. No pasaron un par de minutos cuando el huaso con una leve presión en su nuca, le indicó que bajara lo que ejecutó sin rodeos, hasta comenzar con una impresionante mamada.
Al volver la vista noté cómo las manos de Andrea, se afanaban en la parte superior desde la espalda baja hasta el cuello. Tácitamente comprendí que debía ocuparme desde sus glúteos hasta la planta de los pies.
Juntos, durante largos minutos, le proporcionamos un estimulante, relajante y descontracturante masaje a Paula en cada uno de los músculos de su cuerpo. Al cabo, Andrea le pidió dar la vuelta. Paula, sin dudarlo accedió.
Procedimos del mismo modo sin detenernos en ninguna zona en particular por al menos 3 minutos más. De pronto, Andrea acercó su boca a un erecto pezón de Paula con el fin de propinarle un suave mordisco. El silencio fue rasgado por el primer gemido. Una fugaz mirada fue suficiente para entender que comenzaba el segundo nivel.
IV
Sin demora separé sus piernas y comencé a estimular su ya erguido clítoris con la palma de mi mano derecha. Segundos después, pasaba la lengua por su coño al tiempo que aumentaba la velocidad con la que frotaba su ...
... botón de la felicidad. Paula arqueaba su espalda en señal que estaba cerca del primer orgasmo en su vida…
Paula: Ayyy… siga, siga… ayyy... no pare… eso… así… ayyyy… que rico… ahhh…
En el instante en el que su coño comenzó a emanar grandes cantidades de fluidos, me separé sin dejar de estimular su clítoris y vi a Andrea con una teta en la boca y la otra en la mano. Entonces, noté que al penetrarla con mi dedo anular y del corazón, comenzó a dar espasmos con la cadera al tiempo que emitía sensuales quejidos, embargándole cada fibra nerviosa de su cuerpo la exquisita y sutil sensación del orgasmo.
Con el rabillo del ojo vi a los chicos. Elsa a lo perrito, tocándose el clítoris y sin sacar la mirada de nosotros recibía las embestidas por el culo del huaso, quien le daba a todo vapor no supe desde cuándo.
Al volver mi atención pude verla… Ahí estaba esa belleza. Desparramada sobre la cama con dos dedos de mi mano en su coño, jadeando. Abrió los ojos y nos sonrió… en ese momento, inicié el sube y baja. La primera lenta, la segunda un poco menos lenta y después de la tercera la masturbé a una velocidad de locos.
Un minuto así y Paula se abandonó completamente, eyaculando tal cantidad de líquidos vaginales que tuvimos que dar vuelta el colchón en cuanto se calmó de los espasmos de placer que le recorrieron el cuerpo por largos segundos.
Andrea: podemos cambiar, amor… quiero saborearla también…
Yo: claro, cariño… venga… Pauli… pequeña… dese vuelta y póngase a lo ...