Madre enamorada (6)
Fecha: 01/10/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: starone, Fuente: CuentoRelatos
... desnudo y la negra frondosidad de su pubis.
-Mamá, quiero me desvirgues el ano.
-¿Ahora? - Pregunté receptiva.
-Si ahora, lo necesito. Y quiero que me duela, que recuerde siempre este momento tan importante para nosotras. Es un acto de amor y entrega total hacia ti. Aseveró mirándome a los ojos seria y sincera.
-De acuerdo amor, lo haremos ahora si es tu deseo.
-Gracias bombón. - Contestó risueña y feliz mi hija.
Fue presurosamente al baño con el arnés en sus manos. Lo limpió y lubricó, para después atármelo sobre mi cintura y labios. Unto de lubricante sus labios y su oscura puerta trasera. Se colocó de lado sobre la cama, indicándome con la mirada que ya podía comenzar.
Me situé detrás de ella y me coloqué de costado. Dirigí la punta del arnés a su anito y empujé mis caderas hacia adelante con delicadeza. Su apretado y diminuto orificio trasero ofrecía resistencia. Apenas conseguí avanzar con nuestro propósito.
-Sin miedo, mamá, empuja sin miedo. -Solicitó Belén dulcemente, buscando mi mano para unirse a la suya.
-No quiero lastimarte mi vida. -Respondí mientras besaba su nuca y olía su cabello.
-Deseo tenerte dentro, hazlo ya por favor. -Me suplicaba con impaciencia.
-Está bien tesoro, toma aire y suéltalo poco a poco. -Le dije con voz amorosa.
Antes que mi hija pudiese comenzar a expirar, yo embestí su orificio con fuerza y este cedió hasta aceptar en su interior el glande de látex que yo portaba. Belén gritó bruscamente, sintió un ...
... dolor y ardor intenso que se hacía insoportable.
-¡Ah, Helena que dolor! ¡Me duele mucho, no puedo! -Exclamaba mi vástago entre lágrimas.
-Aguanta cariño, lo peor ya pasó, ahora iras dilatando el recto poco a poco.- Comenté mientras observaba un hilo de sangre alrededor del arnés. Comencé a follarme su culito suavemente, intentando que mi polla de látex fuese entrando cada vez más en sus entrañas.
-¡Detente un momento, por favor, no puedo más Helena! -Suplicó haciendo fuerza con su mano sobre mi brazo.
-¿Quieres que me salga amor?, no es necesario para mí seguir causándote más dolor.
-No te salgas, solo déjame tomar aire, ¿sí? -Me replicó a la vez que acariciaba su clítoris hinchado.
Una vez que hubo tomado aliento y el arnés comenzaba a resbalar por su oscura cavidad, me pidió que comenzase a follarla de nuevo. Aceleré mis embestidas y lo que antes eran llantos empezaban a tornarse en suspiros y jadeos. Mi hija había comenzado a disfrutar del dolor anal, y pude notar sus chorros orgásmicos al depositar mi mano en su manjar vaginal.
-¡Así, así más fuerte, más fuerte amor! ¡Rómpeme toda, quiero que sientas mi entrega y amor por ti Helena! ¡Fóllame, reviéntame amor, me corro joder, siii!!
Belén movía sus caderas en armonía con las mías, arqueaba su espalda, cuál trapecista en plena función, su cuerpo era un mar de sudor y placer. A su vez yo me tumbé sobre ella y la penetraba profundamente mientras mordía su cuello. Permanecimos así, durante varios minutos ...