Femdom de cuarentena. De novio a esclavo en castidad (6)
Fecha: 01/10/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: iñigogom, Fuente: CuentoRelatos
... ella limpiaba unas cosas en la cocina. Nuria ni se molestó en vestirse de forma provocadora. Iba en vaqueros y camiseta corta, sin más.
Sonó el timbre, y el chico subió. Yo escuché como lo saludaba Nuria con dos besos, y empecé a sentir mariposas en el estómago de una manera muy intensa. Estaba súper nervioso, y sudando.
Por fin aparecieron ambos por la puerta. Era un chico de pelo negro, con el pelo rasurado a la moda actual, muy guapo, y muy fuerte. Las cosas como son. Nada más verme sonrió y me miró de forma desafiante. Yo, desnudo, con el gag, la jaula de castidad y el plug, debía dar una imagen tremenda, y así lo pensé en ese momento.
Nuria, impaciente, no se entretuvo más, y le mandó al chico, que se llamaba Iñaki, que se desnudara él también. Aunque primero, le pidió la prueba médica que verificaba que no tenía ninguna enfermedad de transmisión sexual. No quería cometer riesgos con un desconocido.
Yo, no sé porqué, tenía unas ganas locas de ver su polla. Era mucha la expectación que había generado Nuria, y no podía más. Primero, se quedó en calzoncillos, que estaban bastante apretados, marcándose su miembro. Entonces Nuria me quitó el gag, avisándome de que no podía hablar. E Iñaki empezó a acercarme su polla, bajo la tela del slipper, a mi cara. Yo empecé a darle lengüetazos.
-¿Te mueres por probarla, a que sí esclavo? – Me dijo Nuria.
Yo muerto de la vergüenza, le respondí que sí. Entonces, Nuria fue quitándole los calzoncillos a Iñaki, y por fin ...
... la vi. Estaba aún flácida. Medía unos diez centímetros, y estaba completamente depilada. Sus huevos colgaban más allá de la punta de su pene. Moví las manos para empezar a tocarla, pero Nuria me frenó en seco y me ordenó que pusiera las manos detrás de la espalda. Frustrado, obedecí. Tenía su polla a escasos centímetros de mi cara, pero no me dejaban tocarla ni saborearla.
-Joder, qué buena polla tienes Iñaki. –dice Nuria-. Estás de suerte, te la voy a chupar también yo.
Entonces empezó lo que jamás pensaría que vería en los días de mi vida. Nuria se puso de rodillas frente a su polla, que estaba flácida, y empezó a chuparla. Se la metió en seguida toda en la boca y la mantuvo así, hasta que empezó a ponerse un poco más dura. Al sacarle quedó brillante, por la saliva. Yo no podía dejar de mirar la polla, estaba hipnotizado. Nuria mientras tanto seguía chupándola, y me miraba fijamente a los ojos. La polla se puso completamente dura. Era un poco más larga que la mía aunque no más ancha, y se curvaba ligeramente hacia arriba. Nuria estaba disfrutando mucho, creo que nunca la había visto tan cachonda. Se estaba masturbando mientras chupaba la polla, y no paraba de gemir. De repente se le ocurrió una idea, y me pidió acercarme.
-Túmbate en el suelo, boca arriba. –Hice lo que me pedía y entonces Nuria se puso de cuclillas sobre mi cara, invitándome a que le comiera el coño. Mi vista era inmejorable. Tenía su coño en primer plano, y más arriba veía como se tragaba la polla ...