1. El bosque de limoneros


    Fecha: 04/10/2024, Categorías: Incesto Autor: Lima, Fuente: CuentoRelatos

    ... vida. Está claro que mear para mi es algo muy especial lleno de connotaciones sexuales. Desde siempre, una o dos veces al día, sobre todo en primavera y verano, me apetece tanto. En vez de ir al baño, lo hago en uno de los laterales de la casa, una zona del jardín con rosales y césped donde nadie puede verme. Mientras consumaba mi incesto onírico recordé como hacía meses, cuando mi marido ya no vivía con nosotros, al volver de trabajar había visto a Pablo con un cable alargador y un taladro entrando del jardín. En ese momento no le di importancia alguna.
    
    Abrí la puerta de atrás y doblé la esquina del jardín hacia esa zona. No tardé nada con la linterna en encontrar medio escondido detrás de uno de los rosales un pequeño soporte atornillado a la pared que parecía podría servir para una minicámara. No vi cables, pero no soy tonta y sé que hoy en día todo es inalámbrico. No sabía que hacer, me parecía muy raro que aquello estuviese justo allí. Entré en casa y me fui directa a la habitación de Pablo. Me senté en su butaca y encendí su ordenador de sobremesa, creía conocer su contraseña, mil veces me había llamado desde el instituto para que le enviase algún archivo que necesitaba, es un despistado. No la había cambiado, seguía siendo su fecha de nacimiento.
    
    A primera vista no encontré nada, pero pasé unos diez minutos viendo un tutorial sobre como encontrar archivos. No sabía si deseaba encontrar algo o no, por un lado, me horrorizaba, por el otro me alagaba.
    
    Al final ...
    ... todo pasa por algo y aquel soporte de metal en el jardín tenía su función. Encontré una carpeta de nombre “diosa” con más de cincuenta videos en ultra alta definición, creo que se dice así y otra con los mismos videos llamada “paraelmovil”.
    
    Ni yo misma era consciente del espectáculo de mis meadas en el jardín. Empecé a ver los videos acomodada y abrumada en su butaca, tras dos o tres me di cuenta que había uno con el título, “mejores momentos”, ¡la madre que lo pario!, había montado un video que incluso incluía escenas a cámara lenta. Comenzaba conmigo de espaldas a la cámara bajándome lentamente unas mallas muy ajustadas que tengo y luego el tanga hasta quedarme con mi culazo al aire. Me hacía sufrir la calidad que pueden llegar a tener esas imágenes, mientras me agacho a cámara lenta se me ve el chocho y el ojete por detrás, se ve incluso si lo tenía bien depilado o no ese día. Seguro que en algunos de los videos Pablo estaba manejando la cámara desde su habitación porque hace zoom sobre mi chocho y se ve incluso como la orina empieza a salir de mi uretra. Ni yo misma pude resistirme a aquello, la de pajas que se hará mi hijo con mi coño en primer plano a toda pantalla. Eso ya no eran ensoñaciones mías, aquello era real, mi hijo coleccionaba videos de su madre meando en todas las posturas, en cuclillas, de pie levantándome el vestido, bajándome el tanga, con el tanga puesto porque me pone cachonda empaparlo de meo y luego quedarme así un rato con él húmedo por casa. Tenía ...
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