1. El bosque de limoneros


    Fecha: 04/10/2024, Categorías: Incesto Autor: Lima, Fuente: CuentoRelatos

    ... minutos y ya estaba mandando más interrogaciones. Yo estaba completamente bloqueada. Me puse a ver los putos emoticonos para mandarle uno, pero son chino para mí. No es que no quisiese contestarle, es que no sabia que decir. Además, empezaba a rondarme por la cabeza la idea de que quizás no había sido tan accidental como yo creía el haberle pillado meneándosela.
    
    -Perdon.
    
    Mierda, ese perdón con una cara roja avergonzada me fastidio de verdad.
    
    Me di la vuelta en la cama, me arreglé un poco el pelo, que yo soy muy coqueta, y me quité una foto reflejada en el espejo del armario. Eche un vistazo antes de enviarla, estaba bien enfocada, conmigo tumbada, de medio lado sonriendo al espejo y con todo a la vista, pero no resultaba demasiado… digamos que podría considerarse “artística”. Me sujeté un pecho para que no colgase sobre el otro, parecía que me lo estaba acariciando, me daba igual, no quería que Pablo sufriera un segundo más, le di a enviar.
    
    Me fui directa a por mí clítoris, nada de tonterías. Si no estuviese tan resbaladizo me lo hubiese pellizcado. En décimas de segundo se empalmó y salió todo de su escondite. Creí que iba a correrme en cuestión de un momento, yo en mi pollita aguanto muy poco, pero no. Pablo estaba en línea, pero tras dos minutos o quizás dos horas, ¡quién sabe!, no decía nada. Yo estaba maravillada de todo lo que podía hacerle a mi clítoris y del placer que podía darme sin acabar de correrme. Fluía por todo mi cuerpo una electricidad muy ...
    ... parecida a la del orgasmo, pero no llegaba a serlo. Estaba fuera de mí, pero no como para coger la videollamada que mi hijo me estaba haciendo. La rechacé, pero salté de la cama a una butaca y con el móvil, desde la coqueta, me quité una foto recostada, con las piernas abiertas sobre los apoyabrazos, ensenando toda la mercancía y abrazándome los pechos. Salí con los ojos cerrados.
    
    Nada más renviarla me llegó otra imagen de su polla. Esta vez veía también su pecho y la polla miraba al cielo sin sujetarla. Parecía la polla de un caballo. Joder, y me di cuenta que mi retoño iba completamente depilado. Ni me gusta ni me disgusta, pero es que así aun intimidaba más su falo.
    
    Movía mis caderas como si su polla me estuviese follando. Rechacé otra video llamada, pero me envió un video de unos treinta segundos. Su polla toda ensalivada, y su mano derecha que cargaba y descargaba arriba y abajo. Mi cerebro extrapolaba del tamaño de su mano el tamaño de su polla. Una cosa era verla fugazmente y otra bien distinta tenerla en primer plano llenando la pantalla de mi móvil. Me recreé y lo vi un par de veces, pero el muy cabrón…
    
    -?????? En esta vida nada es gratis.
    
    Otra de mis frases-mantra. Ya me había visto en foto, estaba claro que el XXI es el siglo de la imagen en movimiento.
    
    No quería hacer nada soez. Tengo un collar de perlas falsas, son casi como canicas, coloqué el móvil en una silla frente a la butaca y en vertical me grabé pasándomelas lentamente por mi coño abierto. Le ...